El Salvador
domingo 12 de enero de 2025

Policía tras la pista de hondureños vinculados a descuartizador

por Luis Canizalez


El jefe de la DECO asegura que si el juez de instrucción de Santa Tecla gira una orden de captura contra los hondureños, ellos están preparados para pedir difusión roja contra estos.

Autoridades policiales de El Salvador están tras las pistas de los hondureños Raúl Armando Fajardo y Eleazar Rodríguez, quienes son vinculados por autoridades judiciales locales a Rodrigo Chávez Palacios, acusado de desmembrar a un empleado de la alcaldía de Santa Tecla.

De acuerdo con el jefe de la División Elite contra el Crimen Organizado (DECO), Daniel Hernández, las investigaciones en torno a este caso continúan.

“Se sabe que (los hondureños) tienen algunas empresas establecidas en Honduras y cabe la posibilidad que continúen participando en hechos delictivos. Pero  de momento no tenemos documentos oficiales de las autoridades de Honduras que nos confirmen a qué cártel pertenecen”, manifestó.

El caso, que continúa en la fase de instrucción del proceso judicial, tiene reserva total y no se puede conocer el avance de las diligencias policiales y fiscales.

No obstante, se sabe que hay un testigo criteriado que ha brindado detalles de la conexión que tenía Chávez Palacios con los narcos hondureños.

El jefe de la DECO asegura que si el juez de instrucción de Santa Tecla gira una orden de captura contra los hondureños, ellos están preparados para pedir difusión roja a la Policía Internacional (Interpol).

“En este caso que haya orden de captura, ellos  quedarían prófugos y ya se podría solicitar una difusión roja”, indicó Hernández.

Rodrigo palacios y los hondureños son acusados de asesinar y luego desmembrar a  Franklin Ortiz,  joven tecleño que estudiaba arquitectura en una universidad privada del país. Este año se iba a graduar.

Ortiz era empleado de la alcaldía de Santa Tecla, pero también tenía una oficina privada donde hacía trabajos de arquitectura.

El día que lo mataron, llegó por la mañana a su oficina particular, localizada en una céntrica calle de Santa Tecla. Habló con sus empleados y se fue a desayunar a una pupusería cercana.

Luego le comentó a uno de ellos que se iba a encontrar con unos inversionistas nicaragüenses que querían construir unas viviendas. Dijo que se reuniría con ellos en el hotel Hilton Princess.

Pero todo fue un engaño, los inversionistas nicaragüenses no existían. En realidad eran dos narcos hondureños que vinieron al país a  ajustar cuentas con la víctima, pues éste les debía una fuerte cantidad de dinero.

Por eso lo mataron y luego Chávez Palacios lo partió en varios pedazos que fueron abandonados en unas maletas negras.

El 2 de septiembre la Policía encontró las maletas y un día después ubicaron una camioneta ensangrentada, con placas hondureñas, afuera de unos apartamentos ubicados en la colonia Lomas de San Francisco, municipio de Antiguo Cuscatlán.

En una de las habitaciones residía Chávez Palacios, ahí desmembró a la víctima. La camioneta fue utilizada para ir a tirar las maletas.

Luego de cortar en varios pedazos el cuerpo de Franklin Mendoza Ortiz, el descuartizador pretendió huir hacia Honduras con un acompañante. Llevaba consigo dos teléfonos celulares que contenían conversaciones incriminatorias del homicidio.

Se comunicaba con Raúl Fajardo, un narcotraficante hondureño que tras ejecutar a  Mendoza Ortiz de un balazo en la cabeza, huyó hacia su país. Chávez lo mantenía al tanto de todo lo que sucedía.

Durante dos días, Chávez Palacios mutiló el cadáver, echó las partes en tres maletas y  las tiró en distintas calles del Gran San Salvador.

El 4 de septiembre pasado, la Policía le dio seguimiento a Chávez y lo retuvo en una zona de Ilobasco. Estaba nervioso. Trató de resistirse al arresto, pero las autoridades lo inmovilizaron y le colocaron esposas. También capturaron a su acompañante, quien ahora sirve como testigo criteriado.

De momento los hondureños continúan en libertad, pero la Policía salvadoreña ya anda tras las pistas de estos dos sujetos que también participaron en el crimen de Ortiz.