La XXIV Cumbre Iberoamericana fue inaugurada en México el lunes pasado. Durante el 8 y 9 de diciembre, Veracruz se convirtió en la ciudad que albergó a 15 mandatarios, de 22 que integran la región. Argentina, Brasil, Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Cuba faltaron. El Salvador estuvo presente en las primeras horas; sin embargo, tiempo después anunció su retiro.
El presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, tuvo que dejar el evento el mismo lunes: de México fue trasladado a El Salvador debido a quebrantos de salud.
Presidencia de El Salvador informó al Gobierno de México el traslado de Sánchez Cerén a causa de una descompensación. “Se siente mal, tiene que regresar”, eso fue todo lo que una fuente de la presidencia mexicana reveló a Diario1.com les fue notificado al momento en el que Sánchez Cerén se retiró sigilosamente de la cumbre.
Sin detallar la gravedad en la que se encontraba, el mandatario salvadoreño regresó al país.
Tras su llegada, el estado de salud de Sánchez Cerén no ha sido del todo esclarecido. A través de un preciso y escueto comunicado, la Secretaría de Gobernabilidad y Comunicaciones dio a conocer este miércoles que el presidente viajó a Cuba. Se tomó la decisión de adelantar su revisión médica que periódicamente se realiza en ese país.
“Después de sufrir la leve descompensación de salud, de la cual informamos en su momento, por recomendación de su equipo médico viajó a La Habana, Cuba, con el fin de adelantar su revisión médica periódica, la cual se está llevando a cabo con toda normalidad”, describió la institución de gobierno en el escrito.
Aunque no explican qué podría estar padeciendo, fuentes cercanas al presidente confirmaron que él padecería de diabetes. Si esta habría causado la descompensación durante la Cumbre Iberoamericana es lo que la Secretaría aún no ha dado a conocer.
¿Qué es la diabetes?
Según la Asociación Salvadoreña de Diabetes (ASADI), la diabetes es una afección crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina, o cuando el organismo no consigue utilizar la insulina que produce. La insulina es una hormona que fabrica el páncreas y que permite que las células utilicen la glucosa de la sangre como fuente de energía.
Un fallo de la producción de insulina, de la acción de la insulina o de ambas cosas, generara un aumento de los niveles de glucosa en la sangra (hiperglucemia). Esto va asociado a lesiones a largo plazo del organismo y al fallo de distintos órganos y tejidos.
Para el doctor Óscar Molina, la diabetes es un trastorno del metabolismo del azúcar. El páncreas no secreta la suficiente insulina para meter el azúcar en la sangre, que se llama glucosa, a la célula. La glucosa se queda en sangre y provoca una serie de trastornos que es la diabetes. Hay diabetes juvenil, insípida, pero la más frecuente es la tipo II, la mellitus.
Pero dentro del concepto de medicina alternativa, no es tanto el páncreas el que está mal sino el hígado intoxicado que impide el buen funcionamiento del páncreas. “Ahí es donde la medicina convencional se traba porque solo trabaja el páncreas para bajar la insulina o bajar el azúcar, y hay que trabajar el hígado”, agrega.
Explica que en las fases agudas, cuando se tiene mucho tiempo de tener azúcar en sangre, es como tener óxido, salitre del mar, y va comiendo los tubos renales, las terminales nerviosas y puede dar una neuropatía diabética, hipertensión e insuficiencia renal, además, de dañar el nervio óptico y causar ceguera.