Ahora se sabe que Rodrigo Chávez Palacios fue capturado en el municipio de Ilobasco. Iba acompañado de un joven que también está vinculado con narcos hondureños que vinieron al país -a finales de agosto pasado- a matar a un empleado de la alcaldía de Santa Tecla.
Esta persona ahora es testigo criteriado en la investigación y ha brindado detalles de la conexión que tenían con los narcos del cártel hondureño. Por eso, la Fiscalía pidió hace algunos días la reserva del caso y el juez avaló la solicitud.
Luego de cortar en varios pedazos el cuerpo de Franklin Mendoza Ortiz, el descuartizador pretendió huir hacia Honduras con un acompañante. Llevaba consigo dos teléfonos celulares que contenían conversaciones incriminatorias del homicidio.
Se comunicaba con Raúl Fajardo, un narcotraficante hondureño que tras ejecutar a Mendoza Ortiz de un balazo en la cabeza, huyó hacia su país. Chávez lo mantenía al tanto de todo lo que sucedía.
Durante dos días, Chávez Palacios mutiló el cadáver, echó las partes en tres maletas y las tiró en distintas calles del Gran San Salvador.
El 4 de septiembre pasado, la Policía le dio seguimiento a Chávez y lo retuvo en una zona de Ilobasco. Estaba nervioso. Trató de resistirse al arresto, pero las autoridades lo inmovilizaron y le colocaron esposas. También capturaron a su acompañante.
A Chávez Palacios lo llevaron a la delegación de Ilobasco y lo esposaron cerca de un árbol de mango. Al otro sujeto (el ahora testigo criteriado) lo llevaron a las oficinas de la División Élite contra el Crimen Organizado (DECO).
Lo interrogaron pero como no tenían ninguna prueba en su contra lo dejaron ir. Fue días después que el sujeto aceptó criteriarse.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Ramírez Landaverde, aseguró que hay más personas involucradas en el crimen de Mendoza Ortíz, pero que no podían revelar más datos porque el caso aún se está investigando.
Ahora también se sabe que la familia de Chávez Palacios ha contratado a varios abogados particulares para que lo defiendan.
En la audiencia inicial fue un abogado público quien llegó, pero se negó a dar declaraciones a la prensa. Incluso se rumoró que el defensor sería multado por retirarse de la audiencia cuando aún no había finalizado.
La última diligencia que ha realizado el Juzgado Segundo de Instrucción de Santa Tecla ha sido el reconocimiento del sospechoso. Entre los testigos que han sido citados se encuentran los vecinos de apartamento de Chávez Palacios.
La víctima
Franklin Ortiz estudiaba arquitectura en una universidad privada del país. Este año se iba a graduar. Era empleado de la alcaldía de Santa Tecla, pero también tenía una oficina privada donde hacía trabajos de arquitectura.
El día que lo mataron, llegó por la mañana a su oficina particular, localizada en una céntrica calle de Santa Tecla. Habló con sus empleados y se fue a desayunar a una pupusería cercana.
Luego le comentó a uno de ellos que se iba a encontrar con unos inversionistas nicaragüenses que querían construir unas viviendas. Dijo que se reuniría con ellos en el hotel Hilton Princess.
Pero todo fue un engaño, los inversionistas nicaragüenses no existían. En realidad eran dos narcos hondureños que vinieron al país a ajustar cuentas con la víctima, pues éste les debía una fuerte cantidad de dinero.
Por eso lo mataron y luego Chávez Palacios lo partió en varios pedazos que fueron abandonados en unas maletas negras.
El 2 de septiembre la Policía encontró las maletas y un día después ubicaron una camioneta ensangrentada, con placas hondureñas, afuera de unos apartamentos ubicados en la colonia Lomas de San Francisco, municipio de Antiguo Cuscatlán.
En una de las habitaciones residía Chávez Palacios, ahí desmembró a la víctima. La camioneta fue utilizada para ir a tirar las maletas.