El Salvador
martes 26 de noviembre de 2024

Cada 4 horas una niña es abusada sexualmente en El Salvador

por Redacción


A pesar de los avances, las niñas continúan siendo vulneradas y su niñez truncada porque son víctimas principalmente del flagelo de la violencia, el embarazo precoz y la educación interrumpida.

Un promedio de 6 niñas al día −1 cada 4 horas− son violentadas sexualmente en El Salvador, reveló el Fondo de Población de las Naciones Unidas en El Salvador (UNFPA) a raíz del informe sobre el estado de la población mundial 2014.

Esta cifra la obtuvo el UNFPA mediante un estudio propio y datos basados del Instituto de Medicina Legal (IML) de 2013 y proyecciones de la población.

El informe “El poder de 1,800 millones: adolescentes, jóvenes y la transformación del futuro”, que es dado a conocer este martes a nivel mundial, indica que los países en desarrollo en numerosa población de jóvenes pueden darle un gran impulso a sus economías a cambio de realizar grandes inversiones en educación y salud de las y los jóvenes, al igual que protegiendo sus derechos.

En El Salvador, 31.8% de la población total tiene entre 10 y 24 años, es decir, 1 de cada 3 personas es adolescente o joven.

Además, en el país hay 1.2 millones de niñas, por lo que representan el 18% de la población total. Más de la mitad de las niñas (52.5%) vive en hogares con algún nivel de pobreza. De todas, el 48% tiene entre 0 y 9 años y el 51.5% entre 10 y 17 años. El 57.9% vive en el área urbana y el 42.1% en la rural.

A pesar de los avances, las niñas continúan siendo vulneradas y su niñez truncada porque son víctimas principalmente del flagelo de la violencia, el embarazo precoz y la educación interrumpida.

La problemática de la niñez salvadoreña, de acuerdo con UNFPA, continúa siendo grave. Por ejemplo, 1 de cada 3 niñas al cumplir 18 años de edad ya han sido madres; 29 de cada 100 partos a nivel nacional ocurren en niñas y adolescentes de 10 a 19 años; el 11% del total de muertes maternas en el país son de niñas y adolescentes, y de estas el 57% fue debido a suicidio.

En el informe mundial 2014 se afirma que en América Latina hay más de 165 millones de personas entre 10 y 24 años de edad, de una población de 618 millones. Los países de la región se encuentran en diferentes etapas de transición demográfica, y en algunos países las inversiones en desarrollo de los jóvenes están en curso y han ayudado a que esas poblaciones alcancen un crecimiento considerable.

Aunque las pruebas indican que cada vez más gobiernos prestan mayor atención a la juventud en sus iniciativas de políticas públicas, los jóvenes en su conjunto siguen enfrentando obstáculos que les impiden entrar en la edad adulta con seguridad y sumarse a la población activa. Decenas de millones no asisten a las escuelas o, si lo hacen, no alcanzan ni siquiera unos indicadores mínimos de aprendizaje.

En el caso de El Salvador, el promedio educativo en el área urbana es 9º grado, mientras que en la rural es de 5º. Grado. “Se necesita mayor nivel educativo para adolescentes y jóvenes para que alcancen niveles educativos universitarios y técnicos”, dice UNFPA.

Asimismo, el 42.8% de los jóvenes de 10 a 14 años vive en la zona rural; el 57.2% en la urbana. El 40.9% de 15 a 19 años en el área rural, el 59.1% en la urbana, mientras que el 38.9% de los jóvenes de 20 a 24 años en la rural y el 61.3% en la urbana.

A nivel mundial, el Fondo de Población de las Naciones Unidas sostiene que los obstáculos, aunque complejos, pueden superarse. Todos los países, en cualquier estado de desarrollo, tienen la responsabilidad de respetar los derechos de los jóvenes y ayudarles a sentar las bases de su vida.

Para El Salvador, el UNFPA sigue solicitando que el Estado debe dar cumplimiento a las recomendaciones del Comité de los Derechos Humanos, con énfasis en fijar la edad mínima para contraer matrimonio a los 18 años para ambos sexos, promover y asegurar el acceso a los servicios de salud reproductiva para adolescentes, incluyendo la educación sobre la salud sexual y reproductiva en las escuelas.

Además, recomienda promover las políticas y programas de protección y restitución de derechos para niñas víctimas de violencia, así como atención a madres adolescentes para posibilitar el desarrollo de sus proyectos de vida y así apoyen el desarrollo de sus hijos.