El Salvador
jueves 28 de noviembre de 2024
Nacionales

La incógnita del crimen de Josué

por Luis Canizalez


Nadie sabe por qué lo mataron. La investigación fiscal no lo determina. Lo cierto es que Josué Cabezas, de 35 años, fue asesinado de manera irracional por varios pandilleros. Un testigo criteriado evoca los hechos.

El 17 de agosto de 2013, Josué salió de su casa acompañado de su esposa y de su hijo. Cuando caminaban por el pasaje diez de la comunidad  El Sartén, ubicado en  un cantón de Apopa, San Salvador, un sujeto desconocido se le acercó súbitamente.

Le pidió que lo acompañara porque quería conversar con él. A Josué le extrañó la invitación. No lo conocía, pero siguió al desconocido que aparentaba rasgos de pandillero. Lo introdujo a un pasaje adyacente en donde aguardaban  otros pandilleros.

Mientras tanto, su compañera de vida junto a su hijo caminaron tras de ellos. Tenían un mal presentimiento. Pensaban que quizá iban asaltar a su esposo. Se detuvieron en una esquina y observaron detenidamente.

Josué caminó sereno y confiado. Consciente que no le debía nada a nadie.  De pronto, los sujetos comenzaron a golpearlo a puñetazos. Uno de ellos agarró un bate y  otro un tubo de hierro que se lo estrelló en la cabeza. Lo vapulearon hasta dejarlo medio muerto.

Al escuchar los gritos y los golpes, la mujer se aproximo a los atacantes e intentó repeler el ataque, pero  los sujetos la amenazaron con golpearla y tuvo que huir del lugar.

A Josué lo azotaron durante casi cinco minutos y  cuando estaba desvanecido huyeron hacia las colonias aledañas.

Los cuerpos de socorro llegaron después y  observaron que Josué tenía golpes contundentes en todo su cuerpo, pero sobre todo en su cabeza.

Lo trasladaron de emergencia a un centro asistencial, donde falleció minutos después de haber ingresado por la golpiza propinada por los pandilleros.

Producto de la investigación Fiscal, que incluyó el relato de un testigo criteriado que participó en el ataque, los victimarios fueron localizados y capturados días después del ataque.

Testigo criteriado

La figura del testigo criteriado ha sido criticada por algunos juristas. Aseguran que la Fiscalía ha abusado  de este recurso.

No obstante, el pasado martes el Fiscal General, Luis Martínez, señaló que hay una campaña para desacreditar a los testigos criteriados.  Recordó que en su gestión únicamente han otorgado “unos 15 criterios».

Pero en el caso de Josué, fue un testigo criteriado quien  detalló cómo sucedieron los hechos.   Recuerda que  la víctima caminaba junto  con su familia y que el “Manzanito”, uno de los pandilleros atacantes, lo persuadió para llevarlo hasta el pasaje donde se encontraban los demás.

Inmediatamente comenzaron a golpearlo con bates y tubos de hierro. Dice que la víctima intentó escapar, pero  no le dieron tiempo para correr. Lo rodearon y le dieron una paliza hasta que se desplomó al suelo.

El testigo aseguró conocer a todos los que participaron en el ataque.  Dijo que son reconocidos pandilleros de la lotificación  Las Brisas y la Comunidad El Sartén. En su declaración describió los rasgos físicos de todos.

Pero destacó que el “Manzanito” fue quien planeó el ataque. Éste se llama Mario Ernesto Estrada, de 24 años de edad, de mediana estatura, moreno, cabello negro recortado tipo hongo. Así lo describió.

En la investigación fiscal no se determina la razón por la cual atacaron a golpes a Josué Cabezas, víctima de la violencia cuyo nombre fue cambiado en esta historia, quizá fue asesinado por equivocación.

No obstante, el relato del testigo fue clave en la decisión del juez Sexto de Instrucción para condenar a  Estrada a 25 de prisión.