La Fiscalía General de la República (FGR) investigará el caso de los pandilleros que se enfrentaron a policías y que tenían en un “campamento” una AK-47, un fusil M16, una ametralladora UZI y una escopeta.
El tiroteo ocurrió luego de un patrullaje de rutina realizado en el cantón El Jocote, que es limítrofe entre San Matías y Quezaltepeque. La Policía recibió una alerta de parte de los pobladores de actividades sospechosas en la zona.
Los agentes se enfrentaron a los supuestos pandilleros durante varios minutos. Al verse acorralados abandonaron la zona y dejaron armas y varios uniformes policiales y de uso militar.
El informe recibido describía a sujetos portando armamento de guerra en un ‘campamento improvisado. Los agentes dieron marcha al lugar. Al acercarse, sufrieron una emboscada de parte de los supuestos miembros de pandillas.
Luego del atentado contra los agentes, el subdirector de la corporación policial, Howard Cotto, reportó lo ocurrido: “En el Cantón El Jocote de Quezaltepeque hemos tenido intercambio de disparos y e incautado un fusil AK-47 a los delincuentes”.
La Fiscalía informó que un pandillero murió en fuego cruzado. La Policía, en su cuenta de Twitter, confirmó esta versión: “Producto del intercambio de disparos, falleció un delincuente. La operación continúa por parte de unidades especializadas de la policía”, informó.