La Comisión Nacional de la Marea Roja (CONAMAR) afirma que todos los productos pesqueros marinos son aptos para el consumo humano; sin embargo, recomienda a la población no extraer o consumir los peces que aparezcan muertos o moribundos en las playas.
Pescadores de la zona y personal técnico de las instituciones que integran CONAMAR han reportado la aparición de peces que salen muertos o moribundos por el arrastre del oleaje. Estas especies normalmente viven en ambientes rocosos y de fondo, como por ejemplo, pez globo, anguila, hilama de mar y pez perico; incluso se reportan algunas especies pelágicas de aguas superficiales, como jureles, lunas y atunes. Por ello, se recomienda, enterrar estos peces.
CONAMAR también ha analizado muestras de moluscos, como ostras y conchas. Los resultados no indican acumulación de algas tóxicas en su interior, por lo que sí está permitido el consumo de todos los productos pesqueros marinos, siempre y cuando, el producto sea extraído vivo y fresco de su ambiente natural.
Además, advirtieron a la población en general, abstenerse de bañarse en el mar si se observa coloración rojiza intensa, por prevención. Aunque se trata de algas no tóxicas, estas podrían provocar afectaciones a la salud, como por ejemplo dermatitis e infecciones en los ojos. De mostrar estos síntomas, se recomienda consultar al establecimiento de salud más cercano.
Con el apoyo del Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de El Salvador (LABTOX-UES), se realizaron análisis del agua marina, cuyos resultados arrojan la presencia de la alga Cochlodinium polykrikoides, en cantidades de 7 millones de células por litro de agua marina.
CONAMAR está integrada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Dirección General de la Pesca y Acuicultura; el Ministerio de Salud (MINSAL), a través del Laboratorio Nacional de Referencia (Max Bloch) y la Dirección de Salud Ambiental.
CONAMAR se reunió ayer y continuará monitoreando esta floración algal, que en otras ocasiones ha tomado un par de semanas para disiparse. El año pasado se dio un fenómeno de este tipo pero en mayores dimensiones, por lo que a pesar de que se trata de algas no tóxicas, es importante tomar en cuenta las recomendaciones de las autoridades.