El padre Antonio Rodríguez López, conocido como Padre Toño, fue trasladado al Juzgado Especializado de San Salvador, donde la Fiscalía General de la República presentó la acusación formal en su contra por tráfico de influencias e introducción de objetos ilícitos en centros penales.
Ahí expresó que es víctima de persecución política por parte del Fiscal Luis Martínez, porque el religioso ha señalado las deficiencias del sistema judicial y de seguridad del país.
«Creo que mi crítica en un Estado de Derecho es fundamental. Que yo venía diciendo que la violencia del país no tuviera los niveles que tiene si no hubiera una participación de estructuras del Estado. Yo me siento un hombre tranquilo porque no he cometido ningún delito. He colaborado con los policías para que mejoremos porque el país necesita vida y paz. Yo no soy el gran problema de la seguridad pública de este país», aclaró.
Enfatizó en que el trato de los agentes policiales en las bartolinas ha sido normal y no ha sufrido ningún maltrato. «No me golpearon me han cumplido con todo, la policía me ha tenido en buenas condiciones».
No va a demandar al Fiscal porque considera que la justicia última es de Dios y lo juzgará quien lo tenga que juzgar. Ha sido buen fiscal y buena persona. «Su perfil es bueno quizás para un estado autoritario no para un estado de derecho. Si persigue el derecho desde la bravuconería, estamos fregados en el país» expresó.
Por otra parte, se presentó también el requerimiento fiscal para 127 personas capturadas (entre ellos jueces, policías y fiscales) durante un operativo realizado esta semana en San Miguel, acusadas por delitos como tráfico de drogas y armas.
Actualmente el requerimiento lo trata el Juzgado Especializado de Instrucción A, que tiene un plazo de 72 horas para establecer la audiencia de imposición de medidas.