“El Salvador debe perder 3-0”. Las indicaciones de Miguel Montes –exfutbolista que llegó a ser portero de la selección nacional- habrían sido determinantes. Acatarlas era el trabajo complementario de parte de los elegidos para amañar el encuentro de un 6 de febrero de 2013 entre La Selecta y la selección de Paraguay.
Desde Singapur, José Armando Collado –nicaragüense y exjugador de fútbol de la Liga Mayor salvadoreña- recibió un mensaje que debía transmitir hasta Montes. Al tener ubicado a los jugadores que participarían en la negociación, debía decírseles cuándo, en qué momento, y la forma en la que debían perder ante Paraguay. De aceptar el negocio, ganarían $10,000.
Montes debía rasgar al plantel y encontrar a quien llenara uno requisito: la manipulación. Un tipo de persona capaz de persuadir. Dagoberto Portillo y José Mardoqueo Enríquez encabezan la lista de jugadores que la Fiscalía General de la República (FGR) maneja como ese puente que necesitaba “El Mudo” Montes para penetrar en la Selecta.
Portillo como Mardoqueo habrían involucrado, según informes fiscales basados en testimonios de los jugadores, a Osael Romero, Carlos Monteagudo, Cristian Castillo, José Miguel Granadino, Dennis Alas, Darwin Bonilla, Ramón Sánchez y Marvin González. Los seleccionados accedieron a la propuesta. Su paga se habría hecho efectiva en El Salvador, en una gasolinera ubicada frente al Casino Colonial, en San Salvador.
Los jugadores saldrían de la Federación Salvadoreña de Fútbol para tomar presencia en el lugar estipulado, donde les estaría esperando Montes. Llegaron todos, menos Cristian Castillo, quien ya la había recibido antes. Castillo advertiría a sus compañeros que se fueran con “cuidado” porque no había recibido lo acordado. Él solo habría recibido $1,000 y no habría sido el único quien recibió una cifra incompleta.
El dinero habría sido enviado por Gaye Alassane, originario de Malí, Singapur.
El arreglo del partido entre El Salvador y Paraguay fue el producto de una mafia de apostadores que funcionan desde Singapur. Los nicaragüenses, Collado y Yaser Arauz fueron el vínculo con Wilson Raj Perulman, quien guarda prisión en Filipinas por amañar partidos de Europa y Asia.
Una conversación comprometedora
—Dennis Alas: “Chucrii, chucrii”
—Dagoberto Portillo: “Che, que ondas, que hay?”
—Dennis Alas: “Papita te tengo yaaa, Cheee, que ondas, van a querer o qué?
—Dagoberto Portillo: “Júralo, como está la onda?”
—Dennis Alas: “Conseguite allí la mara Che, hoy hablé con aquel, y que ondas, dice que se pongan en algo…”.
—Dagoberto Portillo: “Si también habló conmigo Che, y supuestamente iba a arreglar las cosas con el jefe me dijo, aquí esperando que él nos diga cómo se va a hacer esto estamos…”
—Dennis Alas: “Vaaa, vergón Che, y por el billete yo ya le dije al culero que lo mismo que contra México podemos hacer, lo voy a ir a traer yo para que no vaya a salir con mamada después. Nosotros hasta el del Morelia vamos a asegurar el partido amistoso allá Che…”.
—Dagoberto Portillo: “Vaya, cuando tenga algo concreto le damos, porque la mara quiere papa”.
—Dennis Alas: “Pues sí, allí está el billete”.
—Dagoberto Portillo: “Sí, por eso”.
—Dennis Alas: “Pero mira Chucrii, mire bien a quienes le van a decir, porque hay un vergo de bichos culeros allí, no vayan a sapiar…”.
—Dagoberto Portillo: “Ya los tenemos Che, solo 6 veteranos”.
La conversación entre Portillo y Dennis Alas, hecha a través de mensajería Whatsapp, es una de las pruebas que maneja el Ministerio Público sobre los acuerdos obtenidos por los jugadores. Alas, volante de la selecta, en 2012 enfrentó a la ley por ser acusado de estupro, luego de tener relaciones sexuales con una menor de 15 años. Recibió una pena de tres años de prisión, pero que fue reemplazada por servicio de utilidad pública.
Los mensajes son parte de las pruebas compiladas por la Fiscalía y que han sido la base para que se ordenara la captura de los 11 exfutbolistas y tres extranjeros, a quienes este pasado viernes acusó de lavado de dinero y agrupaciones ilícitas.
En conferencia de prensa, en las instalaciones de la FGR, este viernes los fiscales del caso presentaron la información con la que se abrió un expediente contra los exdeportistas. “Hemos comprobado la participación de estas personas. Hay vinculación”, dijo uno de los fiscales.
Las órdenes de captura se han hecho efectivas a un año de que la FESFUT sancionara de por vida a 14 jugadores por el amaño de partidos en Estados Unidos, además del realizado ante Paraguay; de estos, en su mayoría, tienen hoy orden de captura a excepción de Alfredo Pacheco. Aunque no fue mencionado entre los que deberán presentarse a audiencia.
Sin embargo, las autoridades no dudan en que encontrarán más hechos delictivos: la información es diversa y sigue en proceso de recopilación, dijeron.
La investigación hecha logró establecer, según manifestaron, que algunos seleccionados solo tuvieron reuniones de acompañamiento a otros, como Rodolfo Zelaya –que en 2013 fue suspendido a un año sin poner un pie sobre una cancha al estar implicado en amaños-.
Pero, acusar como encubrimiento a los que acompañaron no es posible hasta que no se tipifiquen estas acciones como delitos.
De encontrarse culpables, los exseleccionados podrían purgar penas de hasta ocho años. La FGR, de momento, contempla girar difusión roja para capturar a los implicados en negociaciones de partidos de fútbol.