El Salvador
viernes 10 de enero de 2025

El Salvador gira medidas para prevenir ingreso de Ébola

por Redacción


El Ministerio de Salud informa que ya emitió instrucciones de bioseguridad en puntos fronterizos y aeroportuario para detectar el virus que ya cobró más de 900 vidas en África Occidental.

Ante el brote del virus Ébola en África Occidental, el viceministro de Salud, Eduardo Espinoza, informó este jueves que El Salvador ya tomó medidas de alerta para evitar el ingreso del virus al país.

Entre estas, mencionó, se ha alertado a todas las oficinas sanitarias internacionales que FOSALUD y el Ministerio de Salud administra en los puntos fronterizos; sobre todo, la que está ubicada en el Aeropuerto Monseñor Óscar Arnulfo Romero.

Según dijo, en el aeropuerto se supervisa el funcionamiento termo sensible de las personas que ingresan al país y detectar de esta manera  si hay personas que se transportan con fiebre.

El funcionario recalcó que ya es de conocimiento de pilotos que no dejen transportar pacientes con síntomas como cefalea, dolores musculares, articulares, vómitos y diarrea. De haber un caso, debe ser reportado al instante de haber tocado el territorio salvadoreño,  de haberse presentado durante el vuelo.

Sin embargo, aseguró que existe poca “probabilidad” de ingreso ya que no hay relaciones directas con los cuatro países que se han visto infectados con la enfermedad.

“Se considera poco probable que el virus se presente en el continente: El Salvador no tiene relaciones diplomáticas ni comerciales con ninguno de los cuatro países de la costa centro occidental africana que es donde se están dando los casos”, comentó.

Autoridades sanitarias de salud alrededor del mundo han hecho un llamado para buscar los mecanismos que permitan controlar este virus que eleva la cifra de casos a 1,711 y por el que ya fallecieron 932 personas en África.

“Estado de urgencia” en Liberia

La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, decretó el estado de urgencia por estimar que la epidemia de virus Ébola «exige medidas extraordinarias para la supervivencia del Estado», dijo en un discurso la noche del miércoles al jueves.

Tras recordar las medidas adoptadas desde hace dos semanas en el país para frenar el contagio, incluyendo la baja obligatoria de 30 días de los funcionarios no esenciales, el cierre de escuelas y desinfección de los lugares públicos, Sirleaf deploró que «la amenaza siga en aumento».

«La ignorancia, la pobreza y prácticas culturales y religiosas bien ancladas siguen exacerbando la propagación de la enfermedad, en particular en provincias», subrayó, en referencia sobre todo a los contactos con cadáveres en ritos funerarios.

«La magnitud y escala de la epidemis, la virulencia y mortandad del vuris superan ahora las capacidades y prerrogativas de cualquier agencia gubernamental o ministerio», añadió la presidenta liberiana.

«El virus Ébola, las ramificaciones y las consecuencias de la enfermedad, constituyen ahora un trastorno que afecta a la existencia, seguridad y bienestar de la República, y representa un peligro claro e inmediato», afirmó Sirleaf antes de decretar el estado de urgencia, que será sometido a votación este jueves en el Parlamento.

La epidemia de Ébola, la más grave de la historia de esta fiebre hemorrágica desde su aparición en 1976, deja 932 muertos sobre 1.711 casos (entre confirmados, sospechosos o probables): 363 en Guinea, 282 en Liberia, 286 en Sierra Leona y uno en Nigeria, según el último balance, con fecha 4 de agosto, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Estados Unidos repatrió el sábado en avión medicalizado al doctor Kent Brantly y, tres días más tarde, a la misionera Nancy Writebol, que trabajaba con él en Liberia, ambos infectados por esta fiebre hemorrágica que hasta el 4 de agosto golpeó a 1.711 personas en cuatro países de África Occidental –Guinea, Liberia, Sierra Leona y Nigeria–, según la OMS. Este jueves se conoció que un español, quien era misionero en Liberia, podría ser un tercer repatriado para que sea atendido en su país.

El sacerdote Miguel Pajares, de 75 años, que trabajaba desde hacía tiempo en Liberia para la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, dio positivo en el test del virus del Ébola.

Los últimos balance son particularmente inquietantes para Liberua, que se apunta 48 de los 108 casos nuevos censados, entre ellos 27 de los 45 nuevos casos mortales.