El lugar donde el padre Antonio Rodríguez, conocido como padre “Toño”, debe de continuar su recuperación ha generado una polémica entre fiscales y los abogados defensores del sacerdote de origen español.
Los fiscales quieren que el padre “Toño” regrese a las bartolinas de la División Central de Investigaciones (DCI), donde se encontraba recluido acusado de ingresar objetos ilícitos a centros penales.
Los abogados defensores, por su parte, prefieren que continúe su recuperación en un hospital privado de San Salvador donde se encuentra internado desde el pasado domingo. En todo caso, esperan que sea una resolución del tribunal que lleva el caso quien decida.
Rodríguez fue trasladado a un centro de salud luego de sufrir un ataque de hipertensión tras casi dos semanas de permanecer detenido en bartolinas policiales.
Pero luego que Medicina Legal diera a conocer el dictamen médico en el que indicaba que el padre “Toño” podía continuar su recuperación fuera del hospital, la Fiscalía decidió trasladar al sacerdote nuevamente a las bartolinas.
Fue por ello que, la noche del jueves, varios agentes policiales habrían llegado con una orden fiscal hasta el hospital privado donde el cura se encuentra internado.
Ante ello, los abogados defensores no permitieron que los agentes policiales hicieran el traslado del sacerdote, porque a su juicio el caso del padre “Toño” ya no está en manos de la Fiscalía.
“Los fiscales ya no tienen competencia sobre el padre Antonio. Ahora está a disposición de la jueza y es ella quien tiene que emitir el documento. Por eso nos opusimos. Ellos estuvieron insistiendo en llevárselo, pero luego aceptaron que no era una orden que estaba apegada a la ley y se retiraron”, explicó la abogada defensora del sacerdote, Mónica Pacheco.
Estado de salud
El director del Instituto de Medicina Legal, Miguel Fortín Magaña, aseguró que el estado de salud del padre Antonio, según el dictamen forense, era estable y podía continuar su tratamiento fuera del hospital.
“Su estado de salud es medicamente compensado. No presentaba alteraciones en la glicemia, tensión arterial, ni en otro sistema. Por lo tanto, está en condiciones de recibir el tratamiento indicado por los médicos privados de manera ambulatoria”, indicó.
Fortín aseguró que al padre “Toño” también se le realizó un examen psicológico que indicaba “un estado de ansiedad secundario” generado por estar en prisión durante casi dos semanas.
“Ese estado de ansiedad había provocado otras alteraciones, pero cuando lo vio tanto el psicólogo y el psiquiatra forense, los síntomas ya no estaban presentes. Por tanto se determinó que podía continuar su tratamiento indicado por el médico privado fuera del hospital”, dijo.