Desde abril de este año, autoridades regionales han encendido las alertas al máximo ante la posibilidad, cada vez más segura, de la llegada del fenómeno El Niño.
La situación no es sencilla para los productores de granos básicos, y menos para aquellos que tienen como único medio de alimentación la siembra de los cereales.
Muchos recordarán el caso de una familia de siete, donde dos niños murieron intoxicados por haber ingerido tortillas elaboradas con semilla mejorada por no tener otra cosa que comer. Por eso, de inmediato, se estudiaron las medidas a seguir.
Pese a la inminente llegada del fenómeno a la región, el sector agrícola es bastante positivo ante la situación y estima que las pérdidas en la producción de granos básicos será poca. El viceministro de Agricultura y Ganadería, Hugo Flores, explica que las medidas impulsadas desde la institución para disminuir los efectos del fenómeno están apegadas a experiencias pasadas, sobre todo, la sequía que sufrió el país en 2012.
Esta experiencia ganada, dejó al gobierno un panorama más claro de qué hacer frente a esta problemática, reitera Flores. En aquel entonces, precisa el funcionario, se vieron afectados 77 municipios durante 17 días del mes de julio. Agrega que los reportes del Ministerio de Medio Ambiente calzan a cabalidad con lo sucedido hace dos años.
“Es a partir de esta experiencia que el plan (Plan de preparación y respuesta para mitigar los efectos en el sector agropecuario, forestal, pesquero y acuícola) ha sido formulado a modo de defender a esos municipios que podrían ser afectados”, explicó.
Este plan que el gobierno ha comenzado a implementar va desde la liberación de una nueva semilla híbrida que es resistente a las altas temperaturas hasta la compra y repartición de semilla para la resiembra de las familias pequeñas productoras. Las más de 36 medidas que informó el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) el pasado martes lo hacen mostrarse seguro de que el daño no será tan devastador.
Aunque afirma aún no se puede tener un cálculo de la pérdida en la producción de los cereales, Flores manifiesta: “lo que sí podemos asegurar, según la experiencia, es que tampoco se trata de que toda la producción saldrá afectada y el cultivo que mayoritariamente pueda ser afectado es el maíz”.
Amy Ángel, especialista en economía agrícola de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), coincide con el funcionario. Explica que, según las experiencias pasadas, el frijol no suele ser tan afectado por la sequía, ya que indica que el mayor impacto del fenómeno sucede en la canícula, y la siembra suele ser posterior a esta.
La especialista estima que el fenómeno de El Niño suele impactar al frijol con una pérdida que ronda el 1 o 2 por ciento de la producción. Para el caso del maíz, la cifra se incrementa a un promedio de 5 por ciento en comparación con los años que no son golpeados por el fenómeno climático.
Por otro lado, Agustín Martínez, presidente de la Cámara Agropecuaria y Agroindustrial de El Salvador (CAMAGRO), cree que aún es muy apresurado precisar cifras de posibles pérdidas, sin embargo, asegura están evaluando los posibles daños que se puedan tener.
“En este momento, no tenemos ninguna cifra como para decir así será. Hay que ver tanto afecta en la región, como en el país, y en qué zonas golpea más. Hay que esperar un poco más y va a depender de la duración de la sequía también”, agregó.
Ángel opina que tampoco se puede tener una visión muy apocalíptica en este momento, debido a que aún es muy temprano para dar una sentencia catastrófica. Sin embargo, agrega que si en algún momento no hay niveles suficientes de producción, siempre existe la posibilidad de importar los granos.
“Yo creo que a nivel global del país puede haber pérdidas o una reducción notable en la producción, pero se puede importar para complementar la producción nacional. Sin embargo, la preocupación mayor son las familias de los productores de subsistencia, para asegurar que ellos sí tengan suficiente alimento”. En este sentido, sentencia Ángel, es más una preocupación micro, que macro.
Seguridad alimentaria
Dentro del “Plan de preparación y respuesta para mitigar los efectos en el sector agropecuario, forestal, pesquero y acuícola”, el MAG ha dispuesto una serie de medidas que buscan palear la situación de la seguridad alimentaria de las familias productoras.
Entre estas medidas contempla la entrega de módulos de aves y de tilapias, distribución de granos básicos a familias en riesgo, distribución de maíz para su consumo, disponer de unos 5 mil quintales de frijol para consumo, entre otras.
Asimismo, el viceministro informó que uno de los principales paleativos será la compra de 10 mil quintales de semilla de frijol, 11 mil quintales de semillas de maíz y 2,500 mil quintales de sorjo. Estos, ante un posible impacto negativo de la sequía o de El Niño, serán distribuidos en los municipios de Oriente del país, donde se prevé pueda afectar el fenómeno.
Flores asegura esta medida también se implementó en la sequía de 2012, y afirma, permitió compensar el impacto en los municipios afectados
Por su parte, Ángel manifiesta no ser muy partidaria de la repartición de semillas, sin embargo, “para que una familia productora pueda tener granos para su consumo si es una medida apropiada, así que una repartición de semillas para una resiembra es una excelente medida”.
Asimismo, Flores agregó que también se producirá y distribuirá la semilla de frijol “CENTA costeño 2”, híbrido resistente a sequía y a altas temperatura, con un rendimiento de hasta 40 qq por manzana, y se pretenden sembrar 30 manzanas.
Flores incluso va más allá y admite que estas semillas híbridas son parte de la estrategia de adaptación al cambio climático.
Amy, por su parte, sugiere dos medidas a largo plazo que busquen mermar este tipo de problemáticas ante la variedad climática. La primera de ellas es incrementar el área de riego en el país. Según estima, solo se está ocupando el 25%. “. Entonces, podemos tener, no solo para granos básicos, sino para otros cultivos mayores siembras y también cuando un productor tiene riego aguanta un poco mejor una sequía”, agregó.
Además, apuntó que una de las medidas más importantes es la reducción de la vulnerabilidad en las laderas, que está ligado con el tema de la conservación de suelos y de agua. “El tema de la conservación de agua y de suelos en las parcelas, especialmente en las laderas, es lo que nos puede convertir este problema en algo que de verdad estamos manejando”, puntualizó.
El nacimiento de El Niño
Aunque las autoridades han sabido de la posibilidad de este fenómeno el pasado mes de abril de este año, es hasta esta fecha que los primeros signos comienzan a darse. Si bien es cierto aún no se puede hablar de que El Niño ha entrado al país o ha nacido en la región, sí hay síntomas de que estamos ante un inminente fenómeno de sequía.
Luis García, gerente de meteorología del observatorio ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), afirma que la advertencia de que el fenómeno pueda estar iniciando entre julio y agosto sigue en pie. Explica que en este momento, las aguas del océano Pacífico han estado cálidas y sostenidas, sin embargo la dirección de los vientos ha sido bastante fluctuante lo que ha impedido que haya una formación del fenómeno ya en este momento.
“Las presiones atmosféricas se han mantenido en el factor correspondiente para que el niño se pueda desarrollar. Pero como todavía hace falta que el viento esté en esa fase, entonces el fenómeno del niño todavía no se puede catalogar que ha nacido”, sentenció el técnico.
Explicó que en este momento el país está viviendo un periodo seco sostenido, que va desde el 5 de julio, donde la lluvia es nula; asimismo, aseguró desde el mes de junio y julio las lluvias han comenzado a ser irregulares, lo que favorece a la resequedad del suelo. Es decir que una canícula prolongada también puede agudizar los estragos de una aparición de El Niño más adelante.
García asegura que para que se pueda afirmar que El Niño ha entrado al país debe haber un incremento de 0.5 grados en la temperatura durante casi cinco meses consecutivos. “. A partir de abril esa región comenzó a calentarse. Y empezó a sobrepasar los 0.5 grados”, agregó. Por lo que podría decirse que el fenómeno ha golpeado al país alrededor del mes de septiembre.
Agregó que hasta el momento solo Honduras se ha visto afectado directamente por El Niño, sin embargo, no descarta llegue a los demás países de la región. Incluso recordó una de las peores sequías en la historia salvadoreña entre 1997 y 1998, que incluso llegó a cobrar una pérdida del 25% en la producción de maíz.
Aseguró que hasta el momento se ha reportado que las partes más afectadas en la región serán en la zona sur de cada país. Para El Salvador siempre afecta la zona Sur de Sonsonate, de Ahuachapán, La Paz, San Miguel, La Unión y Morazán.
Como bien han apuntado las distintas voces del sector habrá que esperar que el fenómeno se desarrolle para ver si las áreas que ha afectado son productoras o no de cereales. Sin embargo, como bien apunta el presidente de CAMAGRO, en el tema de granos básicos el mercado centroamericano se va abasteciendo de los demás países de la región. Si uno de ellos sufre la crisis los demás también lo resentirán.
“Habrá que ver el impacto de este fenómeno en toda la región y en qué zonas se da para poder tener el efecto global que va a tener. Ahora los productores locales tienen que tomar las previsiones del caso”, aconsejó Martínez.
Mientras tanto el gobierno ha invertido cerca de 4.6 millones de dólares en poner en marcha todo un plan que evite que cifras alarmantes e históricas como 25% de pérdida de producción en maíz, o familias sufriendo hambruna en el oriente del país ocurran con una posible llegada de El Niño al país.