El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Posiciones encontradas entre Munguía Payés y Fiscal sobre extravío de armas

por Luis Canizalez


Ambos funcionarios se contradicen. Tienen versiones diferentes en el tema del extravío de armas de guerra.

El Fiscal General de la República, Luis Martínez, y el ministro de la Defensa, David Munguía Payés, tienen versiones diferentes sobre la investigación del extravío y hurto de armas en el Ejército.

Sobre la pérdida de armas en la institución castrense, incluso de alto poder destructivo como son las ametralladoras M-60, el general David Mungía Payés asegura que en cinco años solamente se han extraviado 18 fusiles de la Fuerza Armada. Y que de estos 18, “ya recuperamos tres”.

Mientras tanto,  el Fiscal Luis Martínez sostuvo este jueves que este no es cualquier caso, sino una investigación de tráfico de armas en donde se vincula a “altos oficiales que han cometido graves infracciones a la ley y que deben de pagar por ello”.

Munguía Payés, por su parte, argumenta que jamás ha sido citado a la Fiscalía en calidad de persona investigada por el extravío de armas de uso militar.

“He acudido como ofendido y como testigo, porque yo no me robé las ametralladoras, yo denuncié el robo que se dio en una unidad militar”, señaló.

Pero el Fiscal General lo contradice. No solo dejó claro que Munguía Payés está siendo investigado, sino que, además, reveló que están investigando a otras personas.  Una de ellas es el general Francisco Salinas, quien fungió por un tiempo como director de la Policía Nacional Civil (PNC) en el gobierno de Mauricio Funes.

“A todos estos militares que han participado en estos temas los hemos entrevistado. Las conclusiones que tengamos de toda la investigación van a determinar qué calidad tiene cada uno de ellos… El general Salinas ya fue a declarar”, explicó el representante del Ministerio Público.

Asimismo, Martínez indicó que las investigaciones están avanzando y que conforme van profundizando “revelan  más hechos que pueden llegar a graves delitos”.

Otro de los puntos en el cual discrepan ambos funcionarios  es en el caso de las cuatro ametralladoras M-60 que fueron hurtadas, hace algunos días,  del Regimiento de Caballería de la Fuerza Armada.

El ministerio de Defensa rompió el silencio sobre ese tema la semana pasada. Dijo que había tres militares capturados (entre ellos un oficial) en vías de investigación.

También comunicó que han solicitado ayuda al Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) para esclarecer el hurto.

Este jueves manifestó que “andamos detrás de las armas. Hay varias hipótesis que estamos trabajando. Tenemos cuatro capturas, pero no podemos revelar su identidad porque la investigación se encuentra en reserva”.

Minutos después, el Fiscal Luis Martínez desmintió nuevamente a Munguía Payes. Aseguró que esa investigación está en desarrollo, pero  que “no tiene reserva”.

No obstante, él tampoco quiso revelar los nombres de los militares que han sido vinculados a este caso.

Ambos funcionarios se contradicen. Tienen versiones diferentes en el tema del extravío de armas de guerra,  pero los dos coinciden en que no se trata de diferencias personales e institucionales.

“Que quede muy claro. Este no es un enfrentamiento entre Fuerza Armada y Fiscalía, esta es una investigación de altos oficiales que han cometido graves infracciones”, señala Martínez.

Munguía Payés dijo: “No conviene que dos funcionarios de alto nivel, que tengamos que ver con el tema de seguridad, tengamos diferencias. El Fiscal y yo deberíamos de trabajar coordinadamente porque yo necesito de él y él necesita de mí”.

Lo cierto es que las armas de uso militar extraviadas es un preocupación de diversos sectores, ya que estas podrían estar yendo a parar a las pandillas, que en los últimos días están utilizando todo tipo de armamento para cometer sus delitos, o a grupos delincuenciales de otros países.

Al respecto, el Fiscal General reveló que hubo un caso de un atentado contra «Televisa en Monterrey» (México) en el que se utilizó una granada que perteneció al ejército salvadoreño.