La Ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Lina Pohl, el representante Senior del Gobierno de Japón (JICA) en El Salvador, Shinji Sato y el alcalde de La Libertad, Carlos Molina, verificaron la instalación de un mareógrafo y dos cámaras e alta resolución que vigilarán las condiciones del mar frente a las costas de La Libertad y Acajutla, en Sonsonate.
El mareógrafo instalado al final del muelle del Puerto de La Libertad consiste en un cubículo de acero inoxidable que en su interior resguardará las consolas que almacenarán los datos numéricos, los cuales serán retransmitidos a través de una antena hacia un satélite de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), que en cuestión de segundos retransmitirá los datos procesados al Observatorio Ambiental del MARN.
Este equipo tecnológico medirá minuto a minuto las variaciones del nivel del mar, a través de un sensor ultrasónico que permitirá estimar la altura, la velocidad y el tiempo de llegada de las olas e incluso podrá alertar a la población sobre posibles tsunamis generados a más de mil kilómetros de distancia.
Además del mareógrafo, se instalaron dos cámaras especiales. Una sobre el techo del Centro Administrativo del Malecón en La Libertad, ubicado frente al muelle y la otra en el techo del edificio administrativo de CEPA en Acajutla desde donde se transmitirán imágenes en tiempo real. La resolución de ellas es tal, que incluso de noche se distingue el nivel de la marea y el oleaje.
Estos equipos están valorados en aproximadamente $250 mil dólares y son parte de un donativo del JICA, valorado en $2.3 millones de dólares, consistente en equipo tecnológico para fortalecer el monitoreo de sismos y tsunamis del país.
Este fortalecimiento de la Red de Monitoreo de Amenazas Marinas del MARN se suma a dos mareógrafos y dos boyas, que permiten informar de forma oportuna a las otras instituciones del Sistema Nacional de Protección Civil sobre amenazas que se originan en el mar como los tsunamis, oleajes extremos y mareas extraordinarias.
El procesamiento de las mediciones de la red de monitoreo oceanográfico (mareógrafos, boyas y cámaras en los puertos de Acajutla, La Libertad y La Unión) permite estudiar los procesos oceanográficos que resultan de las interacciones del océano con la atmósfera y la tierra.
Las primeras mediciones controlan la intensidad y frecuencia de inundaciones y sequías (procesos ecuatoriales); por el contrario, las segundas controlan la erosión y azolvamiento de playas y desembocaduras de ríos, bocanas de esteros y entradas de bahías (procesos costeros).