Los asesinos de José Campos le descargaron 15 balazos en todo su cuerpo. No les bastó. Se subieron a un pick up y le pasaron las llantas sobre la cabeza. Luego huyeron a toda prisa.
Junto al cuerpo de José quedó tirada una biblia, un folder y varias páginas de papel bond dispersas por el suelo.
Campos era un pandillero retirado. Aún tenía tatuajes en su cuerpo, pero desde hacía varios años se congregaba en un iglesia cristiana ubicada en el cantón Rosa Nacaspilo, municipio de Carolina, San Miguel.
Según autoridades policiales, días atrás varios pandilleros de la MS le habían dado seguimiento con la ayuda de varios niños de esa comunidad.
La tarde del pasado jueves, algunas personas observaron que varios pandilleros conducían un pick up oscuro. Se internaron en el caserío Los Argueta, parquearon su automóvil y esperaron por varias horas a su víctima.
Cuando José pasó por el lugar, los pandilleros que estaban ocultos le salieron al paso y comenzaron a dispararle por la espalda. La víctima corrió por un trayecto de 25 metros, pero no pudo escapar. Cayó en el suelo herido, dos pandilleros le dieron alcance y lo remataron.
La víctima fue identificada como José Roberto Campos, de 46 años de edad.
Según las investigaciones policiales, pandilleros de la clica Normandies Locos Salvatruchos, provenientes de Ciudad Barrios, han reclutado varios jóvenes de la zona.
“Han formado un grupo de unos diez niños que deambulan los caseríos del sector. Hacen grafitis alusivos a pandillas en las paredes de las viviendas y cada vez que observan una patrulla policial, escapan por las veredas”, informó una fuente policial.
Los pandilleros de Ciudad Barrios también han obligado a los jóvenes que les den información sobre los datos personales de los residentes del sector.