El gabinete de seguridad que recién asume la dirección de esa cartera de Estado reconoce que reducir el alto índice de violencia es una tarea compleja. Su apuesta es la prevención de la delincuencia. Eso sí, el concepto tregua no entra en su política de seguridad. Así lo aseguró el pasado martes el ministro de Seguridad, Benito Lara.
Cuando al funcionario se le preguntó si iba a retomar la estrategia de Munguía Payés, este contestó que “para nosotros el concepto tregua no está dentro de nuestra política. Pero si las pandillas llegan a un acuerdo entre ellos, nosotros no vamos a interferir”.
Sin embargo, algunos analistas consideran que el nuevo gobierno ya no puede continuar a nivel de discurso, sino que debe de ejecutar acciones concretas que den prontos resultados. Tal parece que la inseguridad continúa siendo el talón de Aquiles para el gobierno. La población demanda una mayor acción de parte del Estado.
El analista político Rafael Lorenzana es consciente que el tema de seguridad no se resolverá a corto plazo, pero que los nuevos funcionarios deberían de ser más claros de qué estrategia van a implementar. “Que digan por lo menos qué van hacer. Hay cosas que no son señales claras”.
Para Lorenzana, el gobierno no está dando buenas señales porque aún no se desliga de algunas personas como Munguía Payés (quien continúa al mando del Ministerio de Defensa) y Mijango, a quien se le ha visto en algunos eventos del nuevo gobierno.
“El señor de la tregua (Munguía Payés) lo dejaron de ministro de Defensa. La otra mala señal es este señor Mijango que hasta ha llegado a decir a Comandos de Salvamento: no se preocupen aquí no va pasar nada, las pandillas no los van a tocar”, expresó.
Mientras sigue la ola de criminalidad, la opinión pública critica las acciones de algunos personeros involucrados en este tema. No son necesariamente funcionarios. Tal es el caso de Raúl Mijango, quien en los últimos dos años se ha identificado como «mediador» entre las pandillas.
A dos años de haberse ejecutado la tregua, una de las estrategias más polémica para reducir los homicidios en el país, la Fiscalía General de la República (FGR) ha citado a dos de sus principales gestores: David Munguía Payés y Raúl Mijango.
El Fiscal General Luis Martínez informó el pasado martes que el llamado es para que ambos aclaren todo lo referido al supuesto proceso de pacificación iniciado por las pandillas en marzo de 2012. Mijango deberá acudir este jueves y Payés el próximo 18 de junio.
En reiteradas ocasiones, el Fiscal ha tildado la tregua de hipócrita. “Lo único que la tregua llevó fue más dolor y luto a nuestra sociedad. Siempre fue a favor de los pandilleros y en contra del pueblo”, reafirmó el pasado martes.
En ese sentido, Martínez aseguró que la investigación contra Mijango es porque “se ha vuelto un manipulador de homicidios” y también porque “tenemos conocimiento que él ha sido vinculado en negociaciones de montos de extorsiones”.
Por su parte, al militar se le ha señalado en varias ocasiones de ser, junto al expresidente Mauricio Funes, los padres de la tregua.
Mijango es uno de los defensores de la tregua. Por ello, algunos analistas le han llamado recientemente “palabrero y vocero” de las pandillas. Pese a las críticas, el mediador dice que la tregua es la estrategia de seguridad más efectiva en la reducción de los homicidios en América Latina. Según él, “ha evitado más de 5,000 muertos”.
“Este es un problema complejísimo. Enfrentar seriamente el problema de la violencia y quererlo superar implica al menos 10 años de tiempo y al menos una inversión de mil millones de dólares”, indicó.
La tregua
Fue en noviembre de 2011 que el expresidente salvadoreño, Mauricio Funes, decidió trasladar a Munguía Payés al ministerio de Seguridad Pública. En el acto de juramentación, Payés prometió reducir los homicidios en su primer año en un 30%.
Cuatro meses después, el gobierno trasladó a 30 líderes de la pandilla 18 y MS a cárceles de menor seguridad y la cifra de homicidios se redujo de súbito a menos de la mitad. De 14 asesinatos diarios se pasó a tener cinco.
Munguía Payés y Mijango se conocían desde antes. Fueron compañeros de trabajo en el partido Acción Popular. Cuando Payés asumió como ministro de Defensa, Mijango fue contratado como asesor de esa cartera de Estado. No es ninguna coincidencia que luego participara en la estrategia de seguridad de Payés.
Días después a la reducción de homicidios, Mijango y monseñor Fabio Colindres convocaron a una conferencia de prensa. Ahí se presentaron como mediadores de un proceso de pacificación iniciado por las pandillas. Aseguraron que los homicidios se habían desplomado producto de una “conversión y arrepentimiento” de los pandilleros.