Inspectores de la Dirección de Migración y Extranjería y miembros de la Policía Nacional de Honduras detuvieron a un coyote salvadoreño que llevaba tres adultos y nueve menores de edad con destino a Estados Unidos, según informa el periódico El Heraldo de dicho país centroamericano.
Al capturado, llamado David Amaya Ayala, de 24 años, le decomisaron de 145 mil lempiras en billetes de 500 y documentos personales, entre otras evidencias.
Los otros adultos que iban en el grupo de indocumentados fueron identificados como Gabriela Michelle López Martínez, Claudia Elizabeth Sermeño Hernández e Iris Ondina Martínez Ramírez. A todos ellos se les decomisó el dinero.
Entre los nueve menores hay cuatro niñas y cinco varones, quienes viajaban solos con el coyote, ninguno con sus padres u otros familiares. Había una niña de 2 años que iba con su madre, mientras que los otros viajaban bajo la custodia de Amaya Ayala.
Autoridades policiales confirmaron que trasladaron al imputado a la estación policial El Durazno para continuar el procedimiento legal ante el juzgado correspondiente y otras entidades.
Miembros de de inteligencia de la Fuerza de Seguridad Interagencial Nacional (Fusina) llevan a cabo investigaciones para establecer si Amaya Ayala está implicado en el delito de trata de personas.
De acuerdo con el inspector de Migración Percy Cruz, se realizó un operativo de rutina en El Durazno, salida al norte y al registrar un autobús del transporte interurbano ubicaron a las 12 personas indocumentadas.
La mayoría de detenidos se abstuvieron de declarar por temor a represalias, pero una de ellas expresó que se sentía amenazada y se investigará a los otros miembros del grupo. Agregó que ellos, van con rumbo incierto hacia Estados Unidos y se les decomisó 145 mil lempiras.
Se realizó una llamada a la Fiscalía para seguir una investigación y determinar si se trata de un tráfico de indocumentados o de trata de blancas, indicó el rotativo.
Percy Cruz no descarta que se trate de un caso de trata de blancas porque “cuando hicimos el requerimiento una persona nos informó que se sentía amenazada, que se había dormido, que se levantó y le habían metido el dinero para venirse para acá”