José entró a la habitación de María y le ofreció una taza de café. La señora, de 93 años de edad, le dio las gracias y le dijo que no quería. José se retiró con la taza en mano. Minutos después regresó y sin decir nada jaló a María de los pies, le dio vuelta, le quitó el blúmer y la violó.
María tenía varios días de estar enferma. Estaba postrada en su cama. Su nieta se encargaba de cuidarla, pero ese día había ido de compras al mercado. José aprovechó para abusar de la anciana. Cuando ella regresó, la señora le contó que su marido la había violado. Ella no creyó.
La señora vive en una casa de lámina ubicada en la colonia Distrito Italia, en el municipio de Tonacatepeque, San Salvador. José y su compañera de vida habitaban en la misma casa desde hacía cuatro años.
El pasado 26 de mayo, cuatro días después de la violación, María le relató a una de sus hijas todo que había pasado. Le dijo que no podía dormir, que tenía miedo que José volviera abusar de ella.
Fue entonces que llamaron a la policía y denunciaron el acto. María fue entrevistada por la Fiscalía y posteriormente la trasladaron a Medicina Legal para hacerle un examen médico. El resultado reflejó que la señora presentaba lesiones en el área anal.
Un psicólogo corroboró el estado de salud mental de la señora y, según el resultado, la señora dio un relato de abuso sexual bastante coherente y creíble.
El reconocimiento médico y el resultado de la evaluación psicológica fueron suficientes para que la Fiscalía General de la República (FGR) girara una orden de captura en contra de Luis Alberto Hernández, de 32 años.
Fiscales de Apopa llegaron este viernes a la vivienda de María. Le notificaron a José que tenía orden de captura por el delito de violación.
“Él manifestó que no lo ha hecho. Que la señora miente y que le está pagando mal por todos los cuidados que le ha hecho, pero es obvio que todos hacen eso”, dijo la Fiscal del caso.
José se encuentra detenido en una bartolina de la capital. De ser encontrado culpable, podría ser condenado a más de 30 años de prisión.