Cuando Daniel y Jimmy se subieron a la unidad del transporte colectivo, los pasajeros se asustaron. Comenzaron a guardar sus teléfonos, el dinero y todas sus prendas. Algunos se levantaron de sus asientos y se bajaron a toda prisa. Creyeron que los iban a asaltar.
Esa tarde de noviembre de 2013, el plan de los dos jóvenes pandilleros no era asaltar a los pasajeros de la ruta 29F. El objetivo era exigirle al motorista que les entregara 10 dólares “en concepto de renta”. El mensaje fue puntual: si quería conducir con libertad tenía que pagar el dinero, sino lo matarían.
Carlos (nombre ficticio) les dijo que no llevaba esa cantidad de dinero. Intentó explicarles que el viaje no había sido bueno, pero los pandilleros no entendieron las razones del motorista y le reiteraron la amenaza.
Uno de los pandilleros se llevó la mano a la cintura y simuló sacar un arma de fuego. A gritos le exigieron que diera el dinero. Entonces Carlos sacó 10 dólares de una cajita de madera y se los entregó. Los pandilleros se bajaron del bus, no sin antes recordarle al motorista que la cuota era diaria.
Minutos después, Carlos se encontró con una patrulla policial. Se bajó del bus y les dijo a los agentes todo lo que había sucedido. Los policías iniciaron un operativo de búsqueda en la comunidad Veracruz, municipio de Soyapango, departamento de San Salvador. Lugar donde los pandilleros habían realizado la extorsión.
Al llegar al punto de buses de la ruta 29F, Carlos le llamó a su jefe. No encontraba cómo explicarle que no tenía todo el dinero del viaje. Finalmente le contó que cuando regresaba de San Salvador hacia Soyapango dos pandilleros le habían pedido bajo amenaza $10 de renta. Fue todo.
Ese mismo día por la noche, la policía capturó al interior de la comunidad Veracruz a Daniel Giovanni Brito Menjívar, alias El Rata, y Jimmy Antonio Mejía Torres, alias “El Jimmy”. Ambos pandilleros de la 18 fueron acusados por el delito de extorsión agravada.
En marzo de este año, el Tribunal Quinto de Sentencia condenó a 10 años de prisión a Daniel y a Jimmy. Un año de cárcel por cada dólar extorsionado a Carlos.
La declaración de la víctima, quien cuenta con el régimen de protección, fue clave para condenar a los imputados.
Daniel y Jimmy fueron condenados a 10 años de cárcel por extorsión de 10 dólares. Foto D1, cortesía Centro Judicial.
En la audiencia, el juez basó el fallo en las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR). El reconocimiento que hizo Carlos de los imputados también fue clave. Ahora los condenados cumplen su sentencia en el centro penal de Mariona.
Algunos dirigentes de las gremiales han asegurado que las extorsiones al transporte público han incrementado durante este 2014.
Otro caso
Pero las extorsiones no sólo afectan al sector transporte, los pequeños y medianos empresarios también sufren el mismo flagelo.
La mañana del 16 de octubre de 2013. Adonay y Tomás llegaron al puesto de cereales de María (nombre ficticio), en el centro de San Salvador. Hacía seis meses que la comerciante les entregaba 15 dólares semanales de “renta”.
La víctima estaba bajo amenaza. Le decían que si no pagaba el dinero iban a matar a alguno de sus hijos. María tenía temor. Le pedía a Dios que no le fuera a pasar nada a su familia. Por ello, todas las semanas apartaba los 15 dólares que le exigían los pandilleros.
La mujer se cansó, y decidió poner fin a toda la angustia que sufría por las amenazas que le hacían los extorsionistas. Entonces pensó en denunciar a los pandilleros. Tenía miedo a represalias, pero se terminó convenciendo que era la única forma de acabar con todo eso.
Esa mañana de octubre, a raíz de la denuncia interpuesta por María, la policía instaló un operativo en el lugar donde la comerciante tenía su puesto de cereales.
Los agentes observaron cómo los pandilleros de la 18 le exigían dinero, no sólo a María, sino a otras vendedoras de la zona. Cuando los extorsionistas se repartían el dinero, los policías procedieron a capturarlos frente al mercado excuartel.
El Tribunal Sexto de Sentencia condenó a cinco años de prisión a Adonay Edenilson Henríquez Sánchez y a Tomás Enrique Martínez Portillo por el delito de extorsión agravada.
Según datos que publicó, el pasado mes de febrero, el Consejo Nacional de la Pequeña Empresa de El Salvador (CONAPES), el 84% de los pequeños y medianos empresarios son extorsionados.
Los empresarios informaron que son alrededor de 200 millones de dólares que pierde el comercio salvadoreño en concepto de extorsión.
Las cifras del estudio también exponen que las empresas, incluidas las del transporte público, pagan entre $500 y 15 mil dólares mensuales a los extorsionistas.
Datos más recientes proporcionados por la Unidad Especializada Antiextorsiones de la (PNC) establecen que un 45 % de las extorsiones sale desde penales y que el 90 % son ejecutadas por pandilleros.