De $15 millones que habría entregado Taiwán a Francisco Flores, $5 millones habrían parado en los bolsillos del exgobernante y otros $10 millones fueron a dar una fundación del partido ARENA que lleva el nombre del suegro del ex mandatario.
Esos movimientos de dinero se registran en la acusación que presentó la Fiscalía General de la República (FGR) contra Francisco Flores ante el Juzgado Primero de Paz donde se ordenó la captura del ex presidente salvadoreño.
El requerimiento fiscal dice que 10 de los 15 millones de dólares fueron colocados en una cuenta del centro de estudios “José Antonio Rodríguez Porth”, una organización de formación ideológica de ARENA.
De ahí el dinero habría pasado, directamente, a una cuenta del partido ARENA en el 2004, a pesar de que nadie recuerda, en esa agrupación, el arribo del dinero de Taiwán.
De los $10 millones de Taiwán, los que ocuparon los cargos financieros en ARENA no recuerdan nada. Siete personas que pudieron firmar chequeras de ARENA donde habría estado ese dinero, dicen que desconocen esas ayudas asiáticas.
El ex presidente de ARENA, José Antonio Salaverría, y otros personajes que ocuparon cargos relevantes en las finanzas de ese partido niegan que los $10 millones llegaran al partido de oposición.
La Fiscalía General cita, en la acusación contra Flores, que personajes como Gerardo Antonio Balzaretti Kriete, Federico Guillermo Ávila Quehl o Eduardo Zablah Touché podían firmar cheques de la cuenta en la que se depositó los $10 millones que el ex presidente de ese país, Chen Shu -bian, envió al ex gobernante entre finales del 2003 y el 2004.
También se dice que el candidato presidencial de esa época, Elías Antonio Saca, y Juan Wriht pudieron tener firmas registradas para autorizar cheques de esa cuenta bancaria.
Pero extraoficialmente se sabe que Saca asegura, a sus amigos, que él jamás supo del dinero de Taiwán.
También Juan Wright, quien entre mayo del 2003 y el 2004 fungió como director de Asuntos Económicos y Sociales del partido ARENA, dijo ante una comisión especial de la Asamblea Legislativa que “nunca tuve conocimiento sobre donaciones hechas por la República de China en Taiwán y menos de sus montos”.
Negó completamente que recibieran dinero de Taiwán.
Otro que negó el ingreso a ARENA de dinero proveniente de Taiwán fue Eduardo Zablah Touché, quien también fungió como director de Asuntos Económicos de ARENA entre abril y septiembre del 2003. “No tengo conocimiento de eso”, dijo a los diputados de la comisión especial que investiga esa supuesta donación.
Hace unas semanas, Juan Antonio Salaverría, ex presidente de ARENA, también negó los aportes de Taiwán a una campaña arenera y dijo que mientras estuvo ahí siempre mantuvo registros contables auditados. “Tengo que ser enfático: nunca recibimos ningún dinero”, exclamó Salaverría.
La ruta del dinero
El recuento que hace la Fiscalía General menciona que Taiwán desembolsó $10 millones en cuatro cheques del Internacional Commercial Bank of China de Nueva York.
Los cheques fueron emitidos a nombre del “Exmo Sr. Francisco Guillermo Flores Pérez”, presidente de la República de El Salvador. Eso revela que le dieron los cheques como funcionario público.
Los $10 millones fueron depositados en una cuenta corriente en el Cuscatlán International Bank y Trust, ubicado en Costa Rica. La cuenta se abrió a nombre del Instituto de Estudios Políticos “Dr. José Antonio Rodríguez Porth”, una fundación allegada a ARENA.
Los cheques fueron a compensación a nombre del Cuscatlán International Bank Trust que maneja The Internacional Bank of Miami.
Una vez compensados los cheques, los $10 millones fueron depositados en una cuenta de ahorros del Centro José Antonio Rodríguez Porth, en el banco Cuscatlán de Costa Rica.
La cuenta en Costa Rica se abrió, exclusivamente, para depositar los $10 millones. El dinero duró ahí poco tiempo. La cuenta fue cerrada el 27 de abril del 2004. El dinero se retiró en unos seis meses.
La cuenta en el Cuscatlán de Costa Rica fue abierta con orden de Mauricio Samayoa Rivas, quien era el presidente de esa institución. Actualmente está enfermo.
Los fiscales dicen que cuando eso pasó, quienes firmaban cheques en la cuenta de la fundación eran Gerardo Antonio Balzaretti Kriete, Federico Guillermo Ávila Quehl, José Antonio Salaverría y Eduardo Zablah. Pero, la mayoría de ellos aseguran que jamás supieron nada del dinero de Taiwán.
Supuestamente, en noviembre del 2003, Salaverría y Eduardo Zablah, según la Fiscalía General, incorporaron a Elías Antonio Saca y Juan Wriht, como personas autorizadas para firmar cheques.
Se intentó en varias ocasiones hablar con Salaverría, pero al cierre de esta nota su teléfono no fue contestado.
Pudo ocurrir, según algunas fuentes, que el dinero llegara a la fundación Rodríguez Porth y que Flores no dijera nada del origen del dinero. Eso no se descarta tampoco. Pero, a pesar de eso, según la mayoría de testigos involucrados, el dinero de Taiwán sigue siendo un enigma aunque la Fiscalía coloca el asunto así: pasó de la fundación a ARENA.
Si $10 millones llegaron a ARENA, eso significaría: 1) que un gobierno extranjero intervino en una campaña política nacional, como ocurrió en otros países centroamericanos en épocas similares; 2) que el dinero pudo disfrazarse con el uso de una fundación.
$5 millones
Pero, la acusación fiscal habla de otros $5 millones dados por Taiwán que, a juicio de los acusadores, fueron de “su propio y personal provecho” de Flores y que no aparecen.
El Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS), del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos (revelado por el presidente Mauricio Funes), menciona también $5 millones que se pierden en el camino.
Cuando los funcionarios preguntaron por ese dinero, respondieron que se usará en titulación de tierras en El Salvador. Pero ese dinero nunca llegó al instituto encargado de titular tierras, como consta en las investigaciones.
Pero hasta ahí no llega la cosa: documentos enviados por el gobierno de Taiwán revelan otros créditos y dineros que supuestamente no entraron al erario nacional.
Por eso es que el presidente Funes ha hablado que las anomalías con los dineros de ese país podrían sobrepasar los $80 millones.
Hasta ahora se desconoce si la Fiscalía General investigará otros créditos o aportes dados por Taiwán a El Salvador.
Ávila Quehl: “nunca vi un cheque”
Mientras, el exdiputado Guillermo Ávila Quehl dijo a Diario1.com que “hasta hoy con la judicialización del caso Flores me enteré que yo estaba autorizado para firmar en una cuenta que se había abierto en Costa Rica. Puedo asegurar que nunca vi un cheque, nunca hice una remesa, nunca hice un traslado de fondos y no participé en eso”.
Sobre por qué la Fiscalía lo menciona en el requerimiento, el aún directivo del Centro de Estudios Políticos (CEP), afirmó: “Que yo tuviera firma autorizada no quiere decir que haya abierto la cuenta ni haya hecho la remesa de los cheques”.
Reiteró que no sabía que tenía firma autorizada la transacción de los cheques. “Lo que sí aseguro es que nunca vi un cheque y nunca hice una autorización de nada. Simplemente aparezco ahí (en el requerimiento fiscal)”.
Entonces, ¿desmiente de lo que se le menciona?, se le preguntó. Respondió que “no es que desmienta. Yo lo único es que me he venido a dar cuenta, hasta ahora, que yo tenía autorización para firmar.