El presidente electo de El Salvador, el exguerrillero Salvador Sánchez Cerén, solicitó este viernes al papa Francisco que la Iglesia católica lo ayude a luchar contra la violencia de las pandillas que azotan el país.
Sánchez Cerén, que conversó 26 minutos a puerta cerrada con el pontífice en su biblioteca del palacio apostólico, calificó a Francisco como alguien que «irradia alegría y esperanza», según contó en un encuentro con la prensa.
El mandatario, que asumirá el poder el 1 de junio, se mostró optimista sobre la situación de su país e invitó al primer papa latinoamericano de la historia a visitar El Salvador.
La beatificación de monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 por un escuadrón de derecha mientras oficiaba misa, fue uno de los temas abordados durante el encuentro con Francisco.
Para el mandatario, que fue comandante del grupo guerrillero Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, estar con el papa «es una experiencia importantísima para un jefe de Estado», dijo.
Francisco «irradia alegría y esperanza y ofrece una visión novedosa sobre el accionar de la Iglesia», añadió, indicando además que le había pedido que la Iglesia «siga apoyando los esfuerzos» para dar «tranquilidad y seguridad» a la población de su país.
Sánchez Cerén contó también que este mismo viernes se reunió en Roma con el promotor de la causa de beatificacion de Romero, el arzobispo Vincenzo Paglia. «Está muy optimista», dijo.
«Todo el pueblo salvadoreño está a la espera de esa beatificación», comentó, aunque reconoció que hay que respetar los tiempos del proceso vaticano.
El Salvador y América Latina en plena transformación
Sobre su elección a la presidencia, tras haber sido un comandante del grupo guerrillero Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, Sánchez Cerén recalcó que «estamos en otros tiempos, la sociedad cambia».
El Salvador y América Latina «viven un proceso de transformación», añadió.
«La búsqueda de mejores condiciones de vida, una producción más equitativa, el desarrollo social, la no exclusión, son determinantes en los proceso políticos actuales en la región», subrayó el presidente electo, quien estaba acompañado en la rueda de prensa por el canciller Jaime Alfredo Miranda.
Sánchez Cerén se refirió también a la situación en Venezuela y a sus recientes reuniones con los gobiernos de Honduras y Nicaragua, y a aquellos en programa con México y Estados Unidos.
Sobre la situación en Venezuela, estimó que «hay una mesa de negociación» y que esa «es la mejor forma » de encontrar soluciones.
«A mi juicio, Venezuela va en camino de encontrar una respuesta a los problemas planteados», dijo.
En cuanto a la violencia de las pandillas en su país, que algunos dicen que se ha incrementado tal vez como una demostración de fuerza ante el nuevo gobierno que ganó las elecciones por una mínima diferencia al candidato de la derecha, el presidente salvadoreño indicó que a su manera de ver, el país «está en una situación de tranquilidad».
«Se ha comenzado un diálogo con la oposición de ARENA (derecha) para resolver los problemas», aunque hay sectores «que quieren generar inestabilidad», aclaró.
Los nuevos retos de El Salvador
«En El Salvador hay nuevos retos, no sólo la violencia», e indicó entre ellos la lucha contra la desigualdad y la posibilidad de dar educación y servicios de salud a todos los salvadoreños.
Sobre sus recientes encuentros con los gobiernos de Honduras y Nicaragua, dijo que «la integración centroamericana fue una tema fundamental». Y en este contexto, se habló sobre el Golfo de Fonseca donde los tres países tienen intereses.
Con México se está programando una visita porque las relaciones con ese país «son fundamentales» a nivel de inversiones pero también históricamente porque allí se firmaron los Acuerdos de Paz de Chapultepec que terminaron con la guerra civil salvadoreña que ensangrentó al país durante doce años.
Con Estados Unidos, concluyó, se está preparando un viaje a nivel financiero, para entrevistas con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional.
Después de junio (momento de la asunción oficial del nuevo gobierno, ndr) se programará una visita oficial donde seguramente uno de los temas principales serán las migraciones ya que en Estados Unidos viven actualmente 2,5 millones de salvadoreños, concluyó.