El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Perdomo, aseguró que las pandillas salvadoreñas reciben armamento del mercado negro de Guatemala y Honduras, mientras que las armas largas, como fusiles de asalto, se los provee el cártel mexicano Los Zetas.
Al respecto, Verónica Godoy, de la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública (Imasp), dijo que Guatemala está ubicada en un punto de acceso privilegiado, ya que pasan drogas hacia Estados Unidos y las armas fluyen del norte hacia el sur, según una publicación del diario El Periódico, de Guatemala.
“Ciertamente lo que dice el Ministro salvadoreño sí se da. El problema es que nosotros tenemos el mercado negro porque hay un acceso más fácil, porque las armas van y vienen”, afirmó la experta.
“Hay un mercado negro que viene de parte de Honduras y Guatemala, incluso se ha tenido información de armas que vienen de México por parte de Los Zetas, que han proveído de armas largas a las pandillas”, aseguró Perdomo en una entrevista televisiva.
El funcionario dijo que las pandillas reciben armamento pesado y a cambio los cárteles mexicanos les dan drogas para venderla al menudeo en las calles salvadoreñas, por lo que han adoptado el término de “narcopandillas”.
En marzo de 2012, las pandillas Mara Salvatrucha MS 13 y Barrio 18 pactaron una tregua que bajo los índices de muertes violentas de 14 a cinco por día, sin embargo, en lo que va del presente año, esa cifra se elevó a 8.7 muertes violentas al día, según reportes policiales.
El analista de seguridad y justicia del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Ipnusac), Lizandro Acuña, consideró que “no precisamente el problema es de Guatemala, sino que es un intercambio recíproco entre el país, Honduras y El Salvador, que son los países más violentos de Centroamérica. Hay un trabajo coordinado estructural del crimen organizado”, señaló.
Acuña agregó que el armamento es ingresado a estos tres países por los puntos ciegos que aún no han sido detectados por las autoridades: “Los esfuerzos no son suficientes para detener el tráfico ilegal tanto de armas como de sustancias prohibidas”, sostuvo.