El Ministerio de Obras Públicas (MOP) pretende construir en los próximos meses la Plaza de la Reconciliación ubicada a un costado del bulevar Monseñor Romero, en las cercanías del retorno a la avenida Jerusalén.
Dentro del proyecto se incluyen tres elementos principales: el primero de ellos son dos estatuas de un militar y un guerrillero caminando, el segundo es una escultura de 10 metros de una mujer que representa a la sociedad civil y el tercero es una placa con una reproducción de las firmas de todos los que suscribieron los Acuerdos de Paz.
Para estos dos últimos elementos se necesita una gran cantidad de bronce, por lo que el MOP junto al Ministerio de Educación, el Programa de Naciones Unidas (PNUD), las iglesias, representantes de la sociedad civil y medios de comunicación se unen para realizar una campaña denominada “Regálanos tus llaves para la reconciliación”.
Esta iniciativa pretende que toda la ciudadanía recolecte las llaves que ya no necesita para que estas sean usadas para elaborar el monumento. La campaña durará 45 días, es decir seis semanas, en las que se buscará cumplir la meta de 13 toneladas de llaves.
Los centros de acopio serán, principalmente, las escuelas públicas de todo el país, las 125 radios y 12 canales de televisión miembros de la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER), las iglesias de las distintas denominaciones que han apoyado el proyecto como la iglesia ELIM, la Luterana y la Iglesia del Camino de las Asambleas de Dios, por citar algunas.
Luego de la recolección, explicó el titular del MOP, Gerson Martínez, se llevarán las llaves a una fundidora en México que moldeará y llevará el diseño a la escala de 10 metros de la escultura.
“El concepto es salvadoreño, ha sido hecho con manos salvadoreñas, ahorita se está modelando la maqueta ya gigante de la ciudadanía. Para elevarlo a escala (de 10 metros) hablamos con el gobierno de México”, agregó.
Martínez estimó que la fundidora necesitará unos dos meses para la elaboración de la escultura y, posteriormente, tendrá que resolverse el transporte desde las tierras aztecas hacia El Salvador. Agregó que, aunque aún no se tiene resuelto, ya se tienen varias ofertas de navieras para el traslado del monumento. “Aunque no tenemos dinero siempre Dios provee”, manifestó.
En este sentido, afirmó que gran parte de esta obra se está realizando gracias a donaciones, tanto de empresarios, comunidad internacional, como de la sociedad civil.
“Nosotros tenemos dirección técnica, la dirección de la arquitecta, trabajadores pero, por ejemplo, todo el trabajo subterráneo fue aportación de una compañía internacional, lo mismo la iluminación y hay aportes de empresarios, como por ejemplo hacer un momento acá habían empresarios que se dedican a la señalización y vinieron aquí a ofrecer toda la señalización hasta el monumento”, explicó.
Asimismo, indicó que esperaría que la obra esté finalizada antes de las fiestas patrias, en septiembre; sin embargo, manifestó que no hay periodos fatales ya que no se está trabajando bajo presión.
El concepto
El titular del MOP explicó que este esfuerzo público, privado y ciudadano busca la construcción de una plaza representativa de la causa de la reconciliación.
Recordó que en el pasado la búsqueda de reconciliación supuso la firma de los Acuerdos de Paz y hoy en día pretendería construir las soluciones que el país necesita.
Explicó que la plaza estará conformada por un elemento central que tendrá un sendero de banderas que inicia con una de El Salvador y otra de Naciones Unidas y luego una hilera de banderas con astas de diferentes colores que simbolizarán la diversidad y la aceptación de la diferencia. Al final del camino, habrá una blanca, más grande que las anteriores, que ondee siempre como un esfuerzo de reconciliación continuo.
Además, la plaza tendrá un sendero que simboliza el camino hacia la reconciliación. Al final de este habrá una cabina de monitoreo de video de circuito cerrado, que garantizará la seguridad en el lugar.
Martínez aseguró que ya se han hecho las gestiones con el Ministerio de Seguridad para proveer la vigilancia.
Al centro de la plaza habrá un elemento escultórico compuesto por tres elementos. Al frente, hay una mujer y hombre evocando lo que fue el conflicto civil y ambos están desarmados. Estas imágenes van caminando abrazados, lo que simboliza una gran familia y se muestran soltando palomas de la paz.
En la parte de atrás, hay una entidad superior y con una mano les dicen no vuelvan a fracturar la patria y con la otra les indica que caminen hacia el futuro, es decir en una reconciliación con un horizonte de futuro, explicó Martínez.
Agregó que esta es una metáfora democrática, porque esa entidad superior representa la sociedad civil, el pueblo titular de la soberanía.
El tercer elemento es la placa de bronce que va a contener además de la bandera de El Salvador y la de Naciones Unidas, que en su centro va a tener en alto relieve la rúbrica de todos los que firmaron los Acuerdos de Paz.
Martínez aseguró que este es un proyecto de país. “Esperamos que este contribuya a generar cultura de reconciliación. No solo se trata de hacer un conjunto escultórico, un monumento, una plaza sino que cómo esto se traduce en cultura y se hace cultura. Una vez se multiplica, una vez se reproduce en la conciencia y en las actitudes de los ciudadanos, de los niños y de los jóvenes”, reiteró.