El Salvador
viernes 29 de noviembre de 2024
Nacionales

Náufrago salvadoreño confiesa no haberse «comido» a su compañero

por Redacción


José Salvador Alvarenga, el sobreviviente de altamar, es escueto, casi no habla.En una entrevista al diario El País de España, mide cada una de sus palabras porque todavía no está dispuesto a dar rienda suelta a toda su odisea. Pero si es claro en un detalle: no se comió a su compañero.

José Salvador Alvarenga, náufrago salvadoreño que vivió 13 meses en altamar alimentándose de peces, sangre de tortuga y su propia orina, contó al diario español El País que las acusaciones sobre haberse comido a su compañero de viaje, el mexicano Ezequiel Córdoba Ríos, son totalmente falsas.

«El psiquiatra que atiende Alvarenga dede que lo trajeron a El Salvador dice que cuando les empezó a contar la historia no quería abordar ese tema. ‘Él mismo sabía que lo acusaban de habérselo comido. Y decía que cómo se iba a comer al compañero si tenía peces'» expresa el rotativo ibérico.

Según el relato de Alvarenga, su compañero intentó comer peces crudos pero los vomitaba. Su mayor trauma fue ese: verlo morir poco a poco y tener que arrojarlo al mar.

El hermetismo y cuidado en cada palabra que dice José Salvador tiene un motivo: no quieren revelar el relato completo sin recibir nada a cambio. Ven en su historia una posibilidad real de que  puedan salir de su situación económica precaria.

Ricardo Alvarenga, su padre, es honesto y directo: «La historia de él no se puede regalar. Es una chibolita de oro. Él es un oro ahorita» dijo al rotativo.

Este pone énfasis en las diferencias en cómo llegó al atolón de Islas Marshall. A diferencia de la reconstrucción de la agencia AFP, «según lo que Benedicto Perlera (empresario y «abogado» de Alvarenga) dice que le ha relatado su amigo Alvarenga, las personas que se lo encontraron eran aborígenes. ‘Al principio tuvo terror al ver a gente negra, porque no hablaban en su idioma y él no entendía nada, pero lo llevaron con el jefe y lo tuvieron acostado tres días, y lo cuidaban allí los negros’.

Perlera dice que antes de eso el náufrago se encontró en la playa con un montón de culebras de mar y que tuvo que subirse a un poste para que no le picaran», dice Benedicto Perlera a El País.

A diferencia de la historia hilvanada por la agencia de noticias AFP, el psiquiatra de Alvarenga, doctor Sermeño, afirma que él le contó que no había sido el hijo