El arzobispo de San Salvador, Moseñor José Luis Escobar Alas, dijo este domingo que la tregua entre pandillas «fue un esfuerzo bien intencionado que no funcionó».
«Lo de la tregua me parece que fue un intento bien intencionado, pero que no funcionó. Fue un esfuerzo y que bien que hayamos tenido esa experiencia para aprender lo que convenga aprender y seguir adelante», expresó en conferencia de prensa.
Escobar Alas manifestó que lo más importante será lo que ocurra a partir del nuevo gobierno que tomará posesión el primero de junio de este año.
«Tengo entendido que la tregua no es un plan del nuevo gobierno. Yo he escuchado al presidente electo que quiere involucrar a toda la sociedad para abarcar la problemática y superarla como debe de ser», señaló.
Para el arzobispo de San Salvador, es necesario que el nuevo gobierno haga cumplir la ley y se «reprima el delito», pero que también le apueste a la prevención y «ofrezca a los jóvenes caminos como superarse».
«Yo creo que se necesita un plan distinto que sea participativo, a la vista de la sociedad y con toda transparencia. Ojalá que el nuevo gobierno tenga el apoyo de toda la sociedad porque así es que se solucionan las cosas», manifestó.
Isla Conejo «es de El Salvador»
En cuanto a las diferencias que tiene El Salvador con Honduras por la disputa de la Isla Conejo, el religioso dijo que se debe buscar la vía diplomática, pacifica y legal para resolver el problema porque «de todos es sabido que ese islote es de El Salvador».
«Es el momento de defender la soberanía del país, pero sin caer en este ambiente de zozobra, de provocación y de lucha que ponga en peligro la paz de la región», apuntó.
El prelado dijo que debe prevalecer la soberanía del país en el plano diplomático y de ser necesario llevar el caso a los tribunales internacionales como el de la Haya.
«Casi siempre que hemos tenido estas negociaciones por desdicha hemos perdido, ojalá que ahora no y se defienda lo que es de El Salvador», acotó.
El arzobispo recordó que no se debe repetir el conflicto que vivieron ambos países en el año 1969 que desencadenó la denominada «Guerra del fútbol o la Guerra de las 100 horas».
«De 1969 hemos avanzado bastante. Estamos en otro siglo, en otro milenio y en otro escenario», expresó.