La economía salvadoreña está por cambiar de timonel. En menos de tres meses, un nuevo mandatario asumirá el poder en el país. Los retos que se le presentan a la nueva gestión en el área económica son grandes y dependerá de cómo se muevan las piezas claves para que el país salga a flote o termine de irse al declive.
Al cierre de 2013, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) fue de un 1.9 %. A pesar de que no existe un decrecimiento de la economía salvadoreña, no ha ido escalando de la mejor manera en los últimos años. Si bien es cierto en comparación al año de la crisis internacional el crecimiento fue de -3.1 %, hay una recuperación considerable, la tasa actual se perfila a la saga si se compara con los demás países de la región.
Aunque este comportamiento se ha mantenido por décadas, el reto de la próxima administración será ir revirtiendo esta tendencia y caminar al ritmo de los demás países centroamericanos, quienes no solo la caída en la crisis fue menor, sino que han ido creciendo a ritmos más acelerados.
Según las estimaciones del gabinete económico, la proyección de crecimiento para 2014 es de 2.3%. Sin embargo, los especialistas han asegurado que se necesita un crecimiento arriba de 3% para que la economía se agilice.
No obstante, Alex Segovia, secretario técnico de la Presidencia, aseguró que la gran apuesta del gobierno central en este quinquenio ha sido la implementación de una plataforma de inversión que irremisiblemente haría crecer la economía a un mediano plazo.
“El gran legado que vamos a dejar es una plataforma de inversiones, yo espero de más de 2,500 millones de dólares y, por lo tanto, el crecimiento para los próximos años mayor de 3% está asegurado”, explicó Segovia sobre el informe del gabinete económico este viernes.
Como ejemplo, el secretario citó que tan solo en el tema energético, la inversión en los próximos cuatro años rondará los 1,200 millones de dólares. Agregó que el impacto que esto tendrá en la producción directa e indirecta, como en la generación de empleos e ingresos será grande. “Toda esta plataforma de inversiones va a permitir a las próximas administraciones romper con este círculo vicioso. El próximo gobierno en el tema de crecimiento se va a sacar la lotería”.
Sin embargo, pese a los avances que el Gobierno actual se adjudica en el área económica, el crecimiento del PIB y la inversión extranjera directa aún son los menores en la región.
Además, las finanzas públicas se ven afectadas con una deuda y un déficit fiscal creciente.
Al cierre de 2013, la deuda con pensiones llego a una proporción del 55.3 %, una tasa que si se compara con la de 2008 cuando fue de 39.7 %. Lo que representa un aumento de 15.6 % en cinco años.
Este aumento ha levantado las alarmas de tanques de pensamiento como la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES), el cual ha advertido sobre el peligro de que el país continúe aumentando su endeudamiento.
Carlos Cáceres, ministro de Hacienda manifestó, como en otras ocasiones, que el tema de la deuda visto sin el peso de la deuda previsional es menor, pero es justamente esa carga la que ha elevado año con año la cifra.
En 2013, la deuda pública sin pensiones es de un 48 %, mientras que en 2008 era de 36.8 %, es decir, que en cinco años, la deuda previsional pasó de 2.9 % a un 7.3 % en proporción del PIB.
El tema previsional es el mayor problema económico que arrastró esta administración y que deberá resolver el próximo Gobierno. Las autoridades del gabinete económico están conscientes de que este es el principal problema de las finanzas públicas y que requiere de un consenso para encontrarle solución.
Sobre el déficit fiscal, Cáceres dijo que el año pasado concluyó en un 3.9 %, un indicador que lograron “estabilizar” luego de que la gestión anterior les entregará cálculos con cifras incorrectas, denunció.
Indicadores positivos
Sin embargo, algunos indicadores como las exportaciones hacia Centroamérica, el segundo mercado más importante para el país después de Estados Unidos, cerraron el año pasado con números positivos.
De hecho, la presidenta del Banco Central de Reserva (BCR), Marta de Rivera, manifestó que el año pasado la balanza comercial con el resto de la región fue superavitaria por $88 millones. De modo que por segundo año consecutivo El Salvador le vende más a la región de lo que le compra.
Por otro lado, las remesas, otro de los pilares de la economía, concluyeron 2013 con un crecimiento del 5.1 % en comparación con 2012, con un ingreso total de $3,969 millones.
En enero de este año, el país recibió $289 millones de remesas de los hermanos lejanos la mayoría residentes en Estados Unidos. El ingreso de enero de este año es el mayor registrado desde 2008, previo a la crisis económica global.