Cristian Lisandro Colato Valencia llegó a un bar del Paseo El Carmen, de Santa Tecla y bebió varias cervezas, luego pidió la cuenta y le dijeron que eran 45 dólares. Metió la mano a su bolsillo y se percató que no andaba suficiente dinero para honrar la cuenta, y en ese momento trató de llegar a un acuerdo con el administrador del negocio, pero los vigilantes privados intervinieron y hubo un intercambio de palabras, que se fueron calentando conforme se insultaban.
Los guardias de seguridad José David Guzmán García y Juan Irrael Zúniga Aguilar, con armas en mano sometieron a Colato Valencia y lo golpearon, luego se lo llevaron a bordo del vehículo P: 538-205 para seguir magullándolo en otro lugar, muy alejado del centro de Santa Tecla y donde los únicos testigos serían la luna y las estrellas.
El hecho se registro la noche del 27 de septiembre del 2013.
Al estilo de Al Capone, los matones lo golpearon hasta provocarle heridas y no fue suficiente la sangre que brotó de sus labios para cobrarse la deuda, sino que se lo llevaron hasta un lugar recóndito del bulevar Luis Poma y pese a los ruegos de la víctima para que lo dejaran, le asestaron varios balazos para evitar que los denunciara.
A casi seis meses del homicidio, los investigadores de la Policía Nacional Civil lograron capturarlos mediante una orden administrativa girada por la Fiscalía General de la República.
Hoy José David Guzmán García y Juan Irrael Zúniga Aguilar, enfrentan la justicia y el ministerio público augura que lograrán condena para ambos imputados. En las próximas horas serán llevados al tribunal de turno para que el juez determine su suerte.