El Salvador
lunes 18 de noviembre de 2024

Alarma en España por pandillas salvadoreñas

por Lafitte Fernández


De acuerdo con los registros españoles, las pandillas salvadoreñas nacieron en Barcelona, sobre todo en la zona de Hospitalet y Salt. Los salvadoreños pronto comenzaron a reclutar ahí hasta negros africanos y otros jóvenes europeos.

Creyeron que las pandillas en España no eran genuinas. Que se trataba de jóvenes imitadores. Pero ahora las autoridades españolas saben que se les metieron para matar, vender drogas, extorsionar y reclutar españoles y hasta negros.

Cuando se descubrió ese grafiti en una cárcel salvadoreña, todos coincidieron que no tenía otra interpretación: la Mara Salvatrucha (MS-13) veía a España como destino. El código era clarísimo.

Ese descubrimiento se hizo en 2010 y pronto fue comunicado al capitán Basileo Sánchez, miembro de la Brigada de Información de la Guardia Civil de España.

Basileo es, además, responsable de las principales investigaciones que se realizan en ese país europeo sobre bandas de latinos, un fenómeno relativamente nuevo en España que se ha transformado en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades.

Basileo, un listo investigador que ha viajado a El Salvador en un par de ocasiones para estudiar el comportamiento de estos grupos delictivos organizados, sabía que el código descubierto en una cárcel local era un signo gravísimo.

Pocos lo entendieron, a pesar de que él sabe descifrar grafitis porque le enseñaron aquí, y en Honduras, a hacerlo.

En los últimos años, en España se creía que lo que tenían ahí eran imitadores de las pandillas centroamericanas.

En las reuniones que sostenían los principales investigadores, muchos juraban que esos pandilleros que reconocían en España no venían de la matriz, de los centros de poder, de esos grupos salvadoreños.

En 2012 las autoridades ibéricas encendieron todas las luces de alerta. Eso ocurrió cuando descubrieron el cuerpo de un joven colombiano que fue asesinado en Alicante.

Todas las evidencias mostraban que el colombiano fue asesinado por miembros de la MS por un pleito de venta de drogas en las calles de Alicante.

Cuando sucedió el crimen, Basileo Sánchez y todos sus colaboradores hallaron pruebas y quedaron notificados que miembros auténticos, y no imitadores, de esa pandilla se habían instalado en España, como lo anunció el grafiti descubierto en una cárcel salvadoreña en 2010.

Como una mafia

Siguiendo el hilo del asesinato del vendedor de drogas colombiano en las calles de Alicante, las autoridades españolas fueron descubriendo, poco a poco, a elementos genuinos miembros de la MS-13.

Poco a poco aprendieron que, al igual que aquí, comenzaron a dominar territorios. Lo que más asustó a los españoles es que, por intervenciones telefónicas, se dieron cuenta que los pandilleros de allá se comunicaban con sus jefes salvadoreños.

Además, se enteraron que recibían instrucciones directas desde aquí y también dinero para armas y blanqueo.

Entonces se toparon con otros detalles, como el hecho de que allá también llevan tatuajes que mostraban sus crímenes.

Además, escriben notas sobre los delitos que cometen, relatan sus pertenencias y sus misiones dentro de la organización.

Además, Sánchez y sus colaboradores pronto se dieron cuenta que casi todos llevan imágenes de la Virgen de Guadalupe, no por ser muy religiosos sino como un signo de que pertenecen a un grupo de delincuentes latinoamericanos.

Lo que más asustó a las autoridades españolas es que en las pandillas españolas no solo encontraron salvadoreños, hondureños o guatemaltecos sino que detectaron españoles, nativos de ese país enrolados en esas pandillas.

Ante eso, las autoridades de España decidieron intensificar las investigaciones, sobre todo porque obtuvieron evidencias de que querían crecer el número de reclutas españoles para que la MS, y también el barrio 18, crecieran en Europa.

MS EN ESPANA OK

Empezaron en Barcelona

De acuerdo con los registros españoles, las pandillas salvadoreñas nacieron en Barcelona, sobre todo en la zona de Hospitalet y Salt. Los salvadoreños pronto comenzaron a reclutar ahí hasta negros africanos y otros jóvenes europeos.

Después, los investigadores detectan movimientos en Madrid, Alicante y Andalucía. En todos esos lugares aparecen grafitis que fueron estudiados por expertos capacitados en El Salvador.

Además, descubren que en varias ciudades españolas aparecen jóvenes de estos dos grupos, difíciles de detectar porque llegan sin tatuajes y con simples visados de turistas.

Ante eso, varios investigadores españoles viajaron a El Salvador y otros países centroamericanos, a aprender sus códigos y hasta la forma de amarrar las cintas de los zapatos.

Pronto se dieron cuenta que la mayoría llegaba desde El Salvador, Guatemala y Honduras que, entre otras cosas, trabajan duro para reclutar a hijos de latinoamericanos nacidos en España.

Un investigador dijo a un periódico español que la Mara Salvatrucha al principio solo reclutaba a salvadoreños pero que hoy “afilian hasta negros y españoles”.

Otra de las sorpresas fue la detección de un fuerte reclutamiento de mujeres españolas que las usan como sus novias y mujeres.

La delicada situación económica y social en España podría también haberse convertido en caldo para su crecimiento, de acuerdo con investigadores sociales de ese país.

Otros muertos

Conforme los investigadores españoles avanzaban, también fueron atando cabos. Las conquistas territoriales de las maras también heredaron muertos.

En el 2008, un dominicano fue asesinado a tiros por un miembro de una mara rival cerca de una discoteca de Gerona.

Un año después, un integrante de la mara 18 murió a manos de un pandillero de la MS en Hospitalet. Más tarde, otro marero asesinó a un “Latin” en Barcelona.

Con todo eso se construyó una hipótesis muy repetida en El Salvador: las muertes estaban ocurriendo por el control del tráfico de drogas al menudeo. Era evidente que las nuevas pandillas querían hacerse cargo de la venta de drogas en varios territorios.

Por esa lucha, en España creció el sicariato entre pendilleros, y muchos de ellos, según se supo, se entrenaban en combates callejeros para desalojar grupos rivales.

Grupos especiales

Cada hallazgo sorprendía a las autoridades españolas hasta que decidieron crear un grupo especializado en la Brigada de Información de la Jefatura Superior de la Policía. Hasta la policía judicial española y brigadas provinciales de seguridad ciudadana se metieron en el asunto.

Todo eso permitió que, hace pocos días, la Guardia Civil de España detuviera a 35 integrantes de la Mara Salvatrucha como parte de la primera operación que se realizaba en su contra.

Las investigaciones llevaron a detener a jóvenes con edades entre 17 y 25 años de nacionalidad salvadoreña, rumana, ecuatoriana, española, boliviana, hondureña, paquistaní, búlgara y marroquí.

También se hicieron registros judiciales en Alicante, Madrid, Barcelona, Girona y Tarragona en los que encontraron armas blancas, armas de fuego hechizas, drogas y documentos informáticos que se analizan actualmente.