El viceministro para Salvadoreños en el Exterior, Juan José García, informó este día que José Salvador Alvarenga se comunicó esta tarde con su hija de 15 años Fátima Maeva Alvarenga, a quien vio por última vez cuando apenas tenía dos años, vía Skype desde las Islas Marshall. “Con este han logrado comunicarse más plenamente, más íntimamente y eso, sin duda alguna, ha sido una experiencia que va a mejorar las condiciones de salud de ambas partes.
Asimismo, García aseguró que desde el día de ayer jueves el funcionario consular salvadoreño en Japón llegó a la isla para verificar la salud de Alvarenga, la cual se había deteriorado en las últimas horas. En este sentido, explicó que desde ese mismo momento, Alvarenga ha pasado a estar bajo la custodia del funcionario consular.
De la misma forma, indicó que este día Alvarenga fue dado de alta del hospital y aún se espera el parte médico para determinar cuál es el mejor momento para viajar hacia El Salvador. Aunque no detalló cuál sería el itinerario de viaje que realizarían, aseguró que el permiso de viaje que se ha tramitado para Alvarenga es exclusivo para viajar a El Salvador.
Además, agregó: “hay un deseo vehemente de su familia y de él de regresar a El Salvador, cuando lo permita su salud”.
Por otro lado, reiteró que tanto Alvarenga como su familia han pedido privacidad ante este hecho que es de suma intimidad para los afectados, por lo que invitó a manejar con cautela la situación sobre todo para los medios de comunicación. La Dirección de Derechos Humanos de Cancillería está trabajando de la mano con la familia para mantener el mayor acercamiento y brindar apoyo ante la situación.
Alvarenga se recupera tras haber sido hallado hace una semana en el lejano atolón coralino de Ebon, con tan sólo unos calzones hechos jirones. El pescador salvadoreño de 37 años dijo haber estado a la deriva durante trece meses en una pequeña lancha en el Pacífico, tras haber salido a pescar desde las costas de Chipas, México, en diciembre de 2012 junto a un compañero que falleció cuatro meses después.
Además aseguró que sobrevivió comiendo peces, tortugas y pájaros crudos, y que lograba hidratarse tomando sangre de tortuga, agua de lluvia y en ocasiones su propia orina.
El pescador es originario de Garita Palmera en Ahuchapán, donde vive su familia, quienes aseguran lo vieron por última vez hace ocho años y que había decidio irse a trabajar de la pesca a México. Durante todoeste tiempo, lo creyeron muerto.