María Julia Alvarenga, la madre de José Salvador, ofreció una entrevista telefónica a Diario1.com, en la que dijo sentirse muy contenta de tener ya a su hijo fuera del hospital y de compartir la primera noche en compañía de él, su esposo y otros familiares.
Además, aseguró que la noche de este martes pasarían en un hotel capitalino, y que el día miércoles por la mañana llevarían a José Salvador a la tierra que lo vio nacer Garita Palmera, en Ahuachapán, donde visitarán a otros familiares y donde tendrá un mayor contacto con su hija, quien se quedó en casa para esperarlo.
Sin embargo, aseguró doña María Julia se mantendrán viviendo en San Salvador temporalmente, en casa de unos sobrinos para que sea más fácil la movilización de José Salvador hacia el hospital para sus controles médicos. Además, así podrán darle las fisioterapias para tratar el problema que generó en la espalda por la posición en la que permaneció en la balsa en la que se condujo durante su travesía por más de 13 meses en el océano Pacífico.
Según declaró la ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, José Salvador habría estado cubriéndose con una hielera en la lancha en la que quedó a la deriva, por lo que la posición con el rostro hacia abajo le habría generado un problema en la espalda, que será tratado con fisioterapia por los médicos en el hospital San Rafael, de Santa Tecla.
Doña María Julia expresó que la titular del ramo le aseguró que, desde el Ministerio de Salud, estarían al pendiente de la mejoría de José Salvador, por lo que trasladarse junto a su esposo y su hijo hacia la capital de manera temporal será lo más viable. “Todo sea para no dejarlo ingresado, ya no lo queremos dejar solo”, agregó.
Asimismo, estimó que su llegada a Garita Palmera le haría muy bien, ya que vería al resto de la familia, además de su hija de 15 años Fátima Maeba Alvarenga, quien está ansiosa de compartir más tiempo junto a su padre.
Por otro lado, la madre comentó que su hijo se habría ido a dormir antes de las 9 de la noche, ya que se encontraba muy cansado. Y agradeció a Dios por estar juntos en familia descansando ya fuera del hospital. “Lo vamos a cuidar bastante”, dijo la señora sin poder contener la felicidad en su voz.
En cuanto a algunas versiones que han manejado algunos medios de que la familia habría vendido la historia a una cadena internacional de noticias, doña María Julia fue enfática y aseguró que no habían recibido dinero a cambio de ninguna entrevista.
“Dios mío, yo no sé cómo hacen con tanta noticia que contaron. Nosotros pedimos privacidad en el hospital, pero no se pudo, no sé cómo hicieron y consiguieron lo que quisieron. Nosotros hasta hoy hemos querido hablar”, explicó.
El alta médico
José Salvador Alvarenga fue dado de alta la mañana de este martes del hospital San Rafael, donde se mantenía ingresado desde el 11 de febrero, sin revelar el lugar a donde sería trasladado. Durante esos días, se mantuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos, de donde fue trasladado la tarde ayer.
En la unidad médica fue tratado por anemia, un problema en la espalda y su salud mental, ya que presentó un cuadro de estrés postraumático.
Durante la conferencia de prensa, donde las autoridades de salud informaron sobre su alta médica. La ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, informó que aún tiene un problema en la espalda que será tratado con fisioterapia y no con operación. Explicó que esta lesión se debe a la posición que mantuvo en la lancha en la viajaba, ya que con eso buscaba protegerse del sol.
Asimismo, informó que su estado de salud en general es bueno y por eso fue dado de alta al rededor de las 11 de la mañana. Además, informó que su estado mental es sano, a pesar de que durante su travesía en el mar desarrolló fobia al mar.
Alvarenga, al salir del hospital, dedicó unos minutos a la prensa que había asistido. ”Estoy bien, muchas gracias”, dijo brevemente mientras iba tomado de sus brazos por Rodríguez y una enfermera, en la entrada de la sección de emergencia del hospital público San Rafael. Asimismo, lo custodiaban dos hombres que trascendió eran sus “apoderados legales”.
Alvarenga fue encontrado el pasado 30 de enero en el atolón de Ebón en las Islas Marshall, a 12,500 kilómetros de donde fue visto por última vez cuando salió a pescar tiburones junto a Ezequiel Córdoba, de 23 años, desde la costa mexicana de Chiapas en diciembre de 2012.
A su llegada a Islas Marshall, llevando solo unos calzones hechos jirones, logró comunicarse con las personas del lugar con dibujos y señas, y así logró explicar su travesía en el mar. Así manifestó haber estado más de 13 meses en alta mar y dijo ser de nacionalidad salvadoreña.
Alvarenga habría salido desde hace más de 12 años de El Salvador, en su natal Garita Palmera, en la costa de Ahuachapán, donde aún viven sus padres, algunos hermanos y su hija de 15 años, a quien vio por última vez cuando esta aún era una bebé.
El náufrago habría salido hacia México para dedicarse a la pesca, puesto que algunos compañeros con los que pescaba en la zona de la Barra de Santiago se habrían ido a probar suerte. Su familia tenía más de ocho años de no saber nada de él y lo creyeron muerto durante todo ese tiempo.
Desde que trascendió su nacionalidad, el Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador trabajó de la mano con el Consulado Mexicano en Filipinas y el Consulado Salvadoreño de Japón para contactar a Alvarenga y traerlo de regreso a El Salvador. Lo que fue posible hasta el 11 de febrero, día en que fue ingresado al hospital San Rafael de Santa Tecla, inmediatamente después de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Comalapa.