El Ferrari que chocó contra un árbol en el redondel Masferrer fue embarcado en Italia y enviado a Guatemala, de donde fue traído a El Salvador, según la Declaración de Tránsito Internacional de Mercancías.
En este documento consta que el remitente fue Italia Motos, Sociedad Anónima, con destino Guatemala. A El Salvador ingresó el 24 de enero de 2014 por la frontera La Hachadura, a las 7:59 de la mañana.
El consignatario, según la citada declaración, fue José Roberto Campos Orellana, en cuya dirección aparece la empresa AGDOSA, situada en Ciudad Merliot, Santa Tecla. Diario1 habló por teléfono a esa compañía y ahí dijeron desconocer quién es José Roberto Campos.
AGDOSA funcionan como almacenes generales y depósitos.
El Ferrari –matrícula C344BKM y chasis RH589412− fue transportado de Guatemala hacia El Salvador a través de la empresa All Business Logistics Support por el motorista guatemalteco Cruz Noé Lux Tambriz, con pasaporte número 000406958 y licencia 110102000406958.
Diario1 conversó con un representante de All Business Logistics Support, empresa que se dedica al transpórte de carga, y este se limitó a decir que toda información sobre la introducción del Ferrari era “confidencial”.
El valor declarado del Ferrari en la aduana es de $158,644.51.
A menos de un mes de haber sido introducido al país, el auto de lujo chocó con un árbol en el redondel Masferrer. La directora de Tránsito del Viceministerio de Transporte, Olivia Artiga, confirmó este jueves, 48 horas después de haber ocurrido el accidente, que el Ferrari, modelo California, tiene un costo en el mercado internacional que rondaría el cuarto de millón de dólares.
De igual forma, confirmó que el vehículo, cuya póliza es 4552, iba conducido por Eduardo Antonio Kriete Ávila, hermano de Roberto Kriete Ávila, presidente de la junta directiva de Avianca-TACA y dueño de Furesa.
Asimismo, Artiga aseguró que iba una única acompañante, quien se especula podría ser Helweth Batarsé Iriarte de 42 años de edad.
El incidente ocurrió debido a excesiva velocidad lo que habría provocado que no haya podido tomar la curva y se estrelló en un árbol del redondel Masferrer.
El automóvil fue remolcado y llevado a la subdirección de Tránsito. Ahí se inspeccionó, con la ayuda de perros de seguridad, para determinar o descartar si el Ferrari llevaba al interior algún tipo de droga. Nadie se habría presentado a reclamar el auto.