El director del hospital de niños Benjamín Bloom, Álvaro Hugo Salgado, aseguró que un 45% de niños que se han quemado han sido transeúntes a los que les han lanzado buscaniguas o silbadores. «Los menores no estaban manipulándola, es por eso que hacemos énfasis en que no hay pólvora segura», manifestó.
En este sentido, Salgado admitió que la campaña que está promoviendo conjuntamente el Ministerio de Salud, de Educación, Bomberos, Gobernación, Fosalud, entre otras instituciones, busca evitar la compra y manipulación de juegos pirotécnicos en menores de edad. Sin embargo, asegura que la pólvora siempre es un riesgo para los niños y niñas.
El funcionario explicó que esta campaña ha logrado bajar los niveles de niños quemados. A la fecha, el hospital Benjamín Bloom registra 3 quemados; cifra considerablemente menor a los 9 casos que se presentaron el año pasado en el mismo periodo.
Describió que los tres casos han sido de poca gravedad. Los primeros dos que se han presentado han sido leves y se han atendido de manera ambulatoria. El último caso fue de un niño que le explotó un mortero cerca del rostro, lo que le generó lesiones oculares, unas úlseras corneales. El menor estuvo ingresado en el centro hospitalario, pero rápidamente salió de peligro.
El médico indicó que el mayor daño que se ha presentado en menores que han sido víctimas del mal uso de la pólvora son pérdida de agudeza visual y de los pulgares, lo que compromete grandemente la habilidad con las manos.