Por haber permitido el ingreso de ilícitos a las cárceles de Izalco, departamento de Sonsonate y Cojutepeque, departamento de Cuscatlán, los directores de esos centros penitenciarios fueron cesados de sus cargos a partir de ese martes.
A la lista también se suma el director del centro penal de Ciudad Barrios, San Miguel, Félix Antonio Ruíz Soto. Según la Dirección General de Centros Penales, su destitución fue por razones de falta de confianza y surte efecto a partir del miércoles.
Este anuncio lo dio a conocer el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Perdomo, al tiempo que inauguraba un sofisticado equipo de escaneo corporal en el centro penal La Esperanza, conocido como Mariona, de San Salvador, por medio del cual se evita el registro corporal.
Según el funcionario, a los destituidos José Adrián Abarca Molina, del penal de Izalco y Rigoberto Palacios Carrillo, de Cojutepeque, les realizaron pruebas de confianza y de polígrafo, para tener una base científica de lo que eran objeto de investigación.
Pese a que no reveló más detalles al respecto, dijo que ellos eran responsables de permitir el ingreso de ilícitos a las cárceles que estaban a su cargo.
Perdomo es de la opinión que la depuración de malos elementos en el sistema penitenciario del país y el traslado de internos a otras cárceles ha permitido la disminución de extorsiones en El Salvador.
La destitución de estos exfuncionarios se viene a dar a tres días de la captura de Juan Dionisio García, custodio del Centro Penal La Esperanza, que trató de ingresar varias porciones de cocaína a dicho reclusorio.
En el control rutinario detectaron que el detenido llevaba tres cajetillas de cigarrillos, en una de ellas llevaba tres bolsitas de polvo blanco, en la segunda cinco y en la tercera un paquete con material sólido blanco.
El material fue analizado por agentes de la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil y dio positivo a cocaína.