El Salvador
sábado 11 de enero de 2025

Prisión preventiva para acusados de robar celular

por Napoleón Morales


Los imputados reconocen haber tenido el aparato celular, que lo destruyeron y que finalmente se deshicieron de él. El fin era ocultar la evidencia material.

Los imputados abandonaron el Juzgado Octavo de Paz, con sus rostros completamente desencajados. Ambos guardaron silencio y no estuvieron desafiantes ante los medios de comunicación como el día anterior, donde Wendy Yamilet Pérez Rivera, juraba ante Dios que eran inocentes y perdonaba a todas las personas que, por medio de las redes sociales, los etiquetaron como ladrones, junto a su compañero de vida Salvador Moisés Callejas Martínez.

En un principio, creyeron que se les atribuiría el delito de receptación, pero nunca pensaron que la Fiscalía General de la República ubicara a la víctima e interpusiera la demanda en el Juzgado Octavo de Paz de esta capital, por los delitos de robo agravado y fraude procesal, cuyas penas oscilan entre dos y doce años de prisión.

Con las pruebas presentadas por la representación fiscal, el juez interino Octavo de Paz, Mauricio Álvarez, decretó prisión provisional para los imputados y determinó un tiempo prudencial para que los elementos de la Fiscalía General de la República robustezcan la acusación contra los implicados.

Esta pareja ganó notoriedad en las redes sociales, luego de que se fotografiaran con un teléfono celular que supuestamente habían robado sobre la avenida España y la alameda Juan Pablo II, de esta capital, la noche del lunes 4 de noviembre y cuyas fotos subieron de forma automática a un archivo del propietario de la unidad móvil, que además poseía ubicación satelital a través de GPS.

De acuerdo a lo explicado por la fiscal Ana Ely Figueroa, la víctima señala a los imputados por medio de las redes sociales, minutos después que estos se fotografiaran con el aparato robado. “Diez minutos habían pasado desde el momento del robo, cuando los acusados ya estaban ubicados. En la próxima etapa traeremos al dueño del aparato y aseguramos que los señalará con facilidad”, detalló la informante.

“Mientras llegamos a la próxima etapa del proceso, investigaremos la bitácora de llamadas y del uso del aparato a partir del robo, como también las activaciones de las antenas. Queremos llegar con mucha robustez al momento de la vista pública”, sentenció la licenciada Figueroa.

“Los imputados reconocen haber tenido el aparato celular, que lo destruyeron y que finalmente se deshicieron de él. El fin era ocultar la evidencia material, en este caso el teléfono celular”, manifestó.

Declinó revelar información donde supuestamente Wendy Yamilet Pérez Rivera y Salvador Moisés Callejas Martínez, habrían participado en otro robo. “Estamos investigándolos por eso y por el momento no podemos decir nada”, dijo.

Los imputados fueron guiados por un guardia de seguridad, hasta el parqueo del Centro Judicial Isidro Menéndez, donde les esperaba un vehículo que los trasladaría hasta los reclusorios.

Ambos se vieron fijamente, intercambiaron unas cuantas palabras y se dieron un beso de despedida. En esta ocasión no reían, no degustaban una paleta como fueron vistos en las redes sociales y lo único que los mantenían unidos, eran las frías esposas.

Luego de que sus nombre circularan en las redes sociales, el ciudadano Alejandro Muyshondt, armado de un fusil AK-47 y una pistola calibre 9 milímetros, buscó a los acusados en un centro comercial localizado en el antiguo edificio Rubén Dario, en pleno centro de San Salvador.

Por esta acción, Muyshondt ha sido ovacionado por algunos sectores y duramente criticado por las autoridades de la Policía Nacional Civil y del Ministerio de Justicia.