Una joven madre que estranguló con un pañal a su hijo recién nacido, al que cargó por varias horas en el interior de una cartera, tendrá que enfrentar un juicio por el delito de homicidio agravado.
La universitaria Katy Amanda Araujo González, de 28 años, en declaración extrajudicial, aceptó haber asesinado a su hijo que tenía minutos de haber nacido. El crimen ocurrió el 18 de junio pasado, en la ciudad de San Miguel.
Tanta fue la saña de la mujer, declararon fuentes judiciales, que el frágil cuerpo de su hijo, luego de matarlo, lo embolsó y deambuló por las calles de San Miguel, mientras buscaba un centro asistencial para recibir atención post parto por una hemorragia vaginal.
Al llegar al Hospital Nacional San Juan de Dios, donde fue atendida, la imputada declaró haber tenido un parto extra hospitalario asistido por una partera, pero que el recién nacido estaba bien al cuido de unos familiares, en la colonia Santa Emilia, de la ciudad de San Miguel.
Pero los enfermeros del hospital migueleño, quedaron estupefactos cuando la internaron a la sala de parto y, entre sus pertenencias, encontraron el cadáver de su hijo dentro de la cartera que cargaba.
En el reconocimiento de cadáver, el médico forense aseguró que el niño era de tiempo y que tenía aproximadamente siete horas de fallecido.
Para que se diera la apertura de juicio, la representación fiscal presentó entre las pruebas, un análisis comparativo de ADN entre la imputada y el recién nacido que arroja un 99.99% que es la progenitora de la víctima.
Otras de las pruebas son las fotografías y las actas del levantamiento el cadáver, donde se establece que el cuerpo del bebé “tenía un pañal amarrado con nudo en su cuello”, y que estaba escondido y envuelto en dos bolsas plásticas, al interior de la cartera color negro propiedad de la imputada.
En el lugar donde dio a luz, los efectivos de la Policía Nacional Civil (PNC) recolectaron manchas de sangre justo en el lugar donde dormía.
La imputada se niega a someterse a peritajes sicológicos y siquiátricos. Ella alega que, por sus estudios universitarios de cuarto año de contaduría púbica, comprende lo lícito y lo ilícito.
Por tanto, la Unidad de Vida de la Fiscalía General de la República de San Miguel espera condena para la imputada, que además es madre de una niña de tres años y que esta al cuidado de sus abuelos maternos.