Investigaciones de la Policía Nacional Civil (PCN) aseguran que de todas las llamadas extorsivas un 60% se hacen desde teléfonos de la compañía Tigo. Adjudican esta preferencia a la buena señal que ofrece la compañía, por lo que es más fácil comunicarse desde un centro penal.
Afirman que cuando se investiga un caso de extorsión y se identifica que el celular es de esta compañía inmediatamente la inteligencia policial relaciona a los victimarios con las pandillas y las cárceles. Para citar un ejemplo, casi el total de llamadas extorsivas que se hacen desde el centro penal La Esperanza, mejor conocido como Mariona, se hacen a través de un celular que utiliza esta red telefónica.
Asimismo, las investigaciones revelan que un 20% de llamadas se hacen desde la compañía Digicel; para el caso, en centros penales como el de Cojutepeque. El 20% restante se reparte entre Movistar y Claro, y afirman que, en su mayoría, estas no se relacionarían con pandilleros.
Esta no es la primera vez que los malechores hacen uso de algún servicio que ofrece la compañía Tigo. Ya ha sucedido con anterioridad con uno de los servicios que están usando los pandilleros para efectuar pagos electrónicos a través del celular con el servicio denominado Tigo Money.
¿Qué hacer ante una llamada extorsiva?
En repetidas ocasiones las autoridades de seguridad han manifestado que los extorsionadores se alimentan del miedo de sus víctimas, por lo que incluso cuando estos no sean pandilleros, o no estén relacionados con pandillas, si pueden asustar lo suficiente a sus víctimas, podrán lograr la extorsión.
En este sentido, la Fiscalía General de la República (FGR) hace una serie de recomendaciones para saber qué hacer ante una llamada extorsiva. Lo primero que sugiere es conservar y mantener la calma, para poder manejar con prudencia la conversación con los extorsionistas y lo más importante es no demostrarles miedo.
Uno de los puntos más importantes y que podría parecer contradictorio es no cortar la llamada, ya que es importante saber detalles de la extorsión y saber quién podría estar al otro lado del teléfono. Lo más importante en esta etapa es mostrarse seguro, negociar con el extorsionador y ganar el mayor tiempo posible.
Es vital prestar atención a los detalles: apuntar la hora de llamada, el alias que da el victimario, organización a la que dice ser parte, los sonidos del ambiente, el acento de la persona para determinar si es extranjero o lugareño, entre otros aspectos que pueda dar luces.
Otra recomendación es no confirmar ni corregir la información y los datos que el extorsionista maneja. Esto es de suma importancia para determinar si la persona que está detrás del teléfono conoce a la víctima o no. Frases como: “sabemos dónde trabajas, dónde vivís, a qué hora salís” no son precisas, no le da ningún dato certero, por lo que es probable que el victimario no lo conozca.
En este sentido, no hay que creer todo lo que dicen los extorsionadores, ya que ellos solo buscarán ganar la moral y la confianza. Por lo tanto, no hay que ser agresivos para mostrarse confiado. Al contrario, al denotar que se está dispuesto a colaborar se puede lograr mayor tiempo para avisar a las autoridades correspondientes.
La Fiscalía reitera que no se debe entregar ni un solo centavo, ya que las personas que están llamando no están interesadas en hacer daño a familiares y amigos, sino que buscan sacar dinero, por eso es importante no mostrar miedo.
Asimismo, manifiesta que si la llamada es internacional o le llama un supuesto pariente, abogado, policía o agente aduanero con un problema de un familiar en alguna frontera de México o Guatemala, hay que verificar primero la información con un familiar cercano antes de acceder a mandar dinero.
Hay que recordar que si se es víctima de una llamada extraña de un sujeto que quiera extorsionar hay que buscar a los especialistas que podrán determinar de qué manera actuar y cómo evitar algún tipo de pago. El número de teléfono de la Unidad Especial de Extorsiones es 2511-1111.
Lo más importante a recordar es que los extorsionadores se alimentan del miedo, por lo que hay que tratar de ser fríos ante las amenazas.
De igual forma, la Fiscalía también ha hecho una serie de recomendaciones para prevenir ser víctima de extorsión. En este sentido, lo más destacado es ser prudente con sus datos personales, sus bienes, la información familiar y evitar que miembros de su familia den información a desconocidos.
