El presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, rindió tributo este viernes al asesinado arzobispo de San Salvador Óscar Arnulfo Romero, a quien definió como un «ejemplo» en la defensa de los derechos humanos tras visitar su mausoleo.
«Es un momento muy importante para mí visitar la tumba de Óscar Arnulfo Romero, que es un ejemplo por todo el mundo en la defensa de los derechos humanos», señaló Higgins luego de concluir la visita a la tumba ubicada en la catedral de San Salvador.
Tras permanecer en la cripta por poco más de una hora, el presidente irlandés y su esposa, Sabina, recorrieron el interior de la catedral que en los últimos dos años ha sido remodelada.
Monseñor Romero, considerado la «voz de los sin voz», fue asesinado por un francotirador de la extrema derecha el 24 de marzo de 1980 mientras oficiaba misa en la capilla de un hospital para cancerosos ubicado en el sector noroeste de San Salvador.
Una comisión creada por la ONU señaló como autor intelectual del asesinato al mayor del Ejército Roberto D’Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, derecha), quien murió de cáncer en febrero de 1992.
Más temprano este viernes, Higgins visitó el Monumento a la Memoria y la Verdad, un muro donde están escritos los nombres de unas 30.000 víctimas de la guerra civil (1980 – 1992) ubicado en un parque público en el sector oeste de San Salvador.
El jefe de Estado irlandés dijo sentirse «muy conmovido» frente a la larga lista de víctimas.
Con la visita a la catedral, el presidente de Irlanda cerró las actividades de su agenda oficial en El Salvador y partirá el sábado poco después del mediodía hacia Costa Rica.