Por portar un arma hechiza conocida como “trabuco”, José Neftaly Vides Navas, de 26 años, tendrá que purgar cuatro años de prisión en el centro penal de Cojutepeque, departamento de Cuscatlán.
La pena fue interpuesta por Saúl Ernesto Morales, titular del Juzgado Primero de Sentencia, de esta capital, tras determinar que existen pruebas suficientes que incriminan al imputado con el “trabuco” que dispara proyectiles para escopeta calibre doce milímetros.
Vides Navas fue acusado por el delito de fabricación, portación, tenencia o comercio de armas de fuego o explosivos caseros y artesanales, cuya pena oscila entre los cuatros y ocho años de prisión.
El sentenciado fue detenido por elementos de la Fuerza Armada el 28 de junio de este año, sobre la calle principal del cantón San José Segundo, del municipio de San Martín, departamento de San Salvador, cuando se encontraba con un grupo de sujetos simpatizantes de la pandilla 18.
Pese a que el acusado negó que el arma hechiza estuviera en su cintura, su versión cayó como castillo de naipes, porque el subteniente de la FAES José Antonio Alvarado Orellana, quien lo capturó, lo reconoció e incluso añadió un elemento adicional de que en sus bolsillos portaba cuatro cartuchos calibre doce milímetros.
Al final de la audiencia, su madre y su hermana echaron a llorar, y culparon a una pariente de haber hecho un conjuro maléfico para que lo llevara a prisión. “Esta vieja ríe de la desgracia de mi hermano. Yo le dije que no se hiciera cargo del arma de mi primo y que pensara en su hija de nueve meses, no me hizo caso y ahí están la consecuencia”, manifestó su hermana.