El Salvador
viernes 29 de noviembre de 2024
Nacionales

Viaje por un anunciado caos

por Rebeca Martínez


Tal vez la hora ayudó. Pero, una periodista de Diario1.com viajó ayer, hacia Santa Tecla, a eso de las 10 a.m. y no encontró grandes tropiezos en el tráfico. A las horas pico, la situación si quebranta.

Lunes 23 de septiembre. El Salvador despertó con un panorama caótico. La radio y la televisión chillan informando sobre el caos vial que provocan una serie de medidas adoptadas por las autoridades del transporte.

El tráfico fue, para muchos, un problema inesperado. Los trabajos de renovación de un tramo de la carretera Panamericana, la vía de San Salvador hacia Santa Tecla, comenzaron este día, previo a un aviso emitido el viernes pasado por el Fondo de Desarrollo Vial (FOVIAL).

Como resultado, el paso vehicular fue abarrotado en las calles alternas dispuestas para el tráfico mientras el proyecto se realiza.

Los salvadoreños que utilizan el transporte público para llegar hasta sus trabajos se vieron confundidos por las nuevas rutas tomadas por los autobuses. Sin embargo, transcurrida la mañana, la situación parece volver  a la normalidad.

10:00 de la mañana. Salvador del Mundo.  En la parada de buses conocida por el nombre de este sitio, el flujo de personas es mínimo. Los autobuses llegan al lugar, uno tras otro, sin demora.  En ese momento abordo la ruta 101B con rumbo al parque San Martín, Santa Tecla.

“Suba, suba, para la plaza”. Primer aviso inusual del recorrido de la ruta. Normalmente, la 101B recorre por la carretera panamericana hasta llegar al centro de Santa Tecla.

Subo al autobús y encuentro varios asientos vacíos; a estas horas de la mañana los usuarios del transporte son pocos. Comienza el recorrido. El trayecto parece, hasta este punto, seguir su curso normal. La Alameda Manuel Enrique Araujo está despejada y el automotor realiza las mismas paradas de siempre. La única diferencia es que el motorista sigue anunciando puntos que no le corresponden a la ruta en un trayecto normal. Un pasajero al subir y escuchar, “a la plaza”, le pregunta: “¿ya no pasa por el parque San Martín?”, la respuesta: “Si.  Ahora pasamos por todos lados”.

En cinco minutos, sin mayor percance de embotellamiento, llegamos al Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO). El bus hace un cruce en el CIFCO para adentrarnos en la Colonia San Benito. Al realzar el giro, un pasajero que va atrás de mi asiento, se levanta abruptamente y se dirige al motorista, “¿No va a pasar por la Ceiba?”, el conductor le contesta que no, que se baje en ese lugar –frente a CIFCO- porque el sector de la Basílica de Guadalupe está cerrado. El hombre se baja del vehículo.

El autobús sigue su trayecto subiendo por el Bulevar El Hipódromo hasta empalmar con la Avenida El Espino. Hace paradas a las personas que se encuentran en el camino. Desde el redondel de las Naciones Unidas la nueva ruta es la Calle Chiltiupán que conduce por Ciudad Merliot. Aquí el aviso es otro: “¡suba!, para la Quezalte, el parque”.

No hay confusión

Los usuarios no parecen confundidos al ver rutas de autobuses que no pertenecen al lugar. El tráfico en Ciudad Merliot es fluido. 15 minutos de viaje. Llegamos a la parada más anunciada: el centro comercial Plaza Merliot.

“Ahorita está tranquilo. En la mañana y en la tarde es que va a haber trabazón”, comenta el motorista a un acompañante. En efecto, el paso vehicular es normal.

La ruta sigue hasta hasta la Novena Calle Oriente conocida con el nombre de la Colonia  Santa Mónica. Después del semáforo de la Santa Mónica, el autobús cruza hacia la quinta Avenida Norte, pasando por un sector de El Paseo El Carmen. En ese tramo, toma tres minutos  para llegar hasta el parque San Martin. 10:20 de la mañana he llegado a mi destino.

El centro de Santa Tecla ha comenzado la semana con normalidad, a pesar del congestionamiento automotriz de las tempranas horas de la mañana causadas por las obras en la carretera Panamericana.

La población está muy tranquila. Las unidades de transporte de Santa Tecla, y las del occidente del país, transitan en los mismos puntos de la  ciudad.

Una señora que espera el autobús dice que no hay caos en el tráfico de Santa Tecla, que todo sigue funcionando como es habitual. Continúo caminando y una persona más expresa lo mismo.

Más adelante, la percepción es similar y así unos seis tecleños no presentan molestia por los cambios en el tráfico.

Todo revela que la renovación de los siete kilómetros de la carretera Panamericana ha comenzado a realizar estragos en el paso vehicular en las primeras horas del día.

Después del lapso pico el tráfico se normaliza y las rutas alternas, los tramos cerrados no causan molestias en los salvadoreños que viajan en autobús o automóvil. Lo que queda en estos cuatro meses es planificar las salidas y estar atentos a cambios en las vías alternas.