El volcán de Fuego, ubicado a 50 kilómetros al oeste de la capital guatemalteca, se mantiene hoy activo con siete explosiones de moderadas a fuertes por hora, dos semanas después de una fuerte erupción que dejó más de un centenar de muertos.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) reportó este lunes que el coloso lanza ceniza hasta los 4.800 metros de altura sobre el nivel del mar, que se dispersan a 15 kilómetros al sur, oeste y suroeste.
Las explosiones generan retumbos que son audibles a una distancia de 10 kilómetros, y se han observado avalanchas hacia las barrancas Seca, Ceniza y Las Lajas, de acuerdo a la información oficial.
Según el ente científico, se reporta caída de finas partículas de ceniza en las aldeas Panimanché, Morelia, Sangre de Cristo y Palo Verde.
Las lluvias que se pronosticas para la tarde y noche de este lunes en la región donde está el volcán, entre los departamentos de Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango, aumentará la posibilidad de lahares, advirtió Insivumeh.
Esos tres departamentos, los más afectados por la violenta erupción del pasado 3 de junio, que deja 197 desaparecidos y 1,7 millones de afectados, siguen bajo alerta roja.
Las labores de búsqueda terminaron en El Rodeo y San Miguel Los Lotes (Escuintla), la zona de impacto de la erupción, por decisión de la Coordinadora Departamental para la Reducción de Desastres de Escuintla, que declaró el área «inhabitable y de alto riesgo».
Dos de los desaparecidos son los Bomberos Voluntarios Juan Bajxac y Antonio Castillo, de Alotenango (Sacatepéquez) y sus compañeros anunciaron que seguirán con la búsqueda para encontrar a los socorristas.