Estaba escribiendo en mi casa, cuando un vecino me alertó sobre el ataque. Llamé a AFP. Pero, recordé que mi marido, un reportero gráfico del New York Times, Tyler Hicks, estaba en ese momento, cerca del centro comercial donde se produjo la matanza.
Mi esposo estaba en una tienda de enmarcar fotografías recogiendo fotografías de nuestra boda. Sólo tenía una cámara. Cuando le hablé me dijo que le llevara el equipo completo.
Corrí. Recogí su equipo y mi propio equipo de video, el chaleco antibalas y el casco de Kevlar. Entonces me dirigí a cubrir lo que pasaba.
He cubierto muchos conflictos antes , incluyendo Somalia , Libia y Afganistán – así que estoy acostumbrado a ver escenas de violencia . Pero lo que encontré en este este centro comercial que conozco bien , y que está a pocos minutos de mi casa , era totalmente surrealista.
Al llegar a la escena, la gente corría desde el centro comercial , de la mano . Muchos lloraban. Mucha gente era ayudada. Los coches actuaban como ambulancia. Transportaban los heridos a los hospitales cercanos.
Fui a una zona cercana a la entrada principal del centro comercial, donde un pequeño grupo de periodistas y equipos médicos se habían reunido . Pero desde fuera , no podía tener una idea clara de lo que estaba pasando en el interior del complejo, donde las fuerzas de seguridad luchaban contra los atacantes.
Traté de evaluar la situación pidiendo información a los colegas y miembros de los equipos de rescate . Entonces me decidí a entrar.
Junto a mi marido, seguí la pista a una entrada, localizada en el tercer piso, del Wesgate, el centro comercial. Las ambulancias transportaban a las víctimas del ataque,.
Una vez adentro , me relacioné con un equipo de las fuerzas de seguridad que trataban de poner mermelada en los ascensores para evitar que los atacantes puedan entrar.
Antes de que pudieran desactivar los ascensores, las puertas se abrieron y una mujer de mediana edad se arrastró , profiriendo gritos antes de ser escoltada fuera por un miembro del equipo de seguridad .
Luego pude ver los pisos inferiores del centro comercial. Las vidas de muchas personas fueron inesperadamente cortas.
En el primer piso , estaba una mujer tendida boca abajo, a la espera de ser rescatada. Ella extendió sus brazos para proteger a dos niños pequeños. Posteriormente fueron escoltados fuera del centro comercial por las fuerzas de seguridad.
De pronto, los gritos y las conversaciones en el centro comercial fueron reemplazados por un silencio inexplicable. Solo se escuchan algunas canciones pop que se escuchan en el sistema de sonido del centro comercial.
Elk equipo de seguridad comenzó, entonces, a moverse por las tiendass, salones de belleza y por los pasillos. Buscaban tiradores que quedaran en el interior del centro comercial., Otros tyrataban de evacuar civiles.
Luego llegué a un restaurante de comida sushi donde una joven camarera, y dos hombres, se habían escondido dentro de un conducto de aire, durante el ataque.
En el cine , las tropas buscaron a decenas de civiles en la escalera antes de ser evacuados . Los soldados se agachaban debajo de un cartel de la última película de acción de Matt Damon en una yuxtaposición extraña de la realidad y la ficción.
Noticias del ataque en curso fueron transmitidas desde televisores de pantalla plana en una tienda de juguetes . Se dinfundían rumores, sin verificar, que algunos atacantes tenían explosivos atados a ellos.
Estuvimos unas tres horas en el interior del centro comercial. Nunca ví a los hombres armados que atacaban a los civiles. Las únicas armas que ví eran de las fuerzas de seguridad.
Pero la sensación de peligro estaba en todas partes . Fue una situación muy estresante. Traté de mantener la calma para tomar decisiones claras . Después de varias horas en el interior del centro comercial, hemos sido capaces de llegar a la planta baja, donde las tropas permanecían encerrados en la batalla con los tiradores restantes. Estaban cerca del supermercado Nakumatt .
Sobresaliendo por detrás de la estatua de un elefante estaban las piernas de otra víctima . A medida que más fuerzas de seguridad se trasladaron a la tienda , yo, y los otros periodistas que quedaban adentro, pidieron salir por la entrada principal, donde los cuerpos fueron apilados por los tiradores antes de impedir el acceso al centro comercial.
La valentía de los miembros de las fuerzas de seguridad y civiles fue evidente. Afura, las multitudes hacían cola para donar sangre . En un país muy a menudo se caracteriza por sus divisiones . Esa es la pequeña muestra que me llevaré de uno de los días más oscuros de Kenia.
http://www.youtube.com/watch?v=VCMUhH2Tbnc
http://www.youtube.com/watch?v=HuI-ksIQqTI