Los cuerpos de socorro continúan con la desesperada búsqueda de sobrevivientes tras la erupción del volcán de Fuego, en Guatemala. El llanto se ha apoderado de los socorristas que se han podido llegar hasta las comunidades más devastadas por el coloso, donde han encontrado cuerpo de niños sin vida.
Debajo de una densa, compacta y espesa capa de cenizas se esconde lo que algún día fue color. Lo que algún día fue vida. Ahora son toneladas de pavesas y lava que durante horas expulsó el volcán de Fuego las que ocultan la posibilidad de encontrar a alguien con vida en Guatemala.
Hay un panorama gris en la región más devastada por la erupción que es la más violenta de los últimos años, según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh).
“Vámonos. Viene la avalancha” eran los gritos de varios habitantes el domingo cuando la furia de la lava arrasaba con todo a su paso.
Las brigadas continúan con fe la búsqueda de sobrevivientes de poblados, en su mayoría indígenas dedicados a la agricultura.