Un joven de 18 años, identificado como Guillermo Alexander Gutiérrez, fue azotado por su madre ante los miembros del cantón Xatinap Quinto Centro, municipio Santa Cruz del Quiché, departamento de Quiché, en Guatemala.
La mujer, cansada de que su hijo le robara y le extorsionara, llamó a los miembros del vecindario y de la alcaldía indígena, quienes le ayudaron a castigar a su vástago. El joven golpeaba a su madre y a su abuela para exigirles dinero. Incluso, llegó a amarrarlas en su propia vivienda.
«Como madre lo perdono, pero no es correcto lo que ha hecho. Ojalá Dios también lo perdone porque a una madre no se le pega», dijo sollozante la señora.
El joven había realizado grafitis relacionados a las pandillas, por lo que fue persuadido, a chicotazos, para que borrase esos grafitis o recibiría un nuevo castigo.
El alcalde de la comunidad explicó que las correcciones se realizan con un instrumento hecho de membrillo o chicotazos conocido como X’icay’s. «Una rama de membrillo, tras una fuerza inducida por un humano, es capaz de zumbar como un chiflido y según la velocidad, dejar una marca por varios días», indicó el funcionario.
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