Decenas de jóvenes se reunieron en una fiesta privada y clandestina en una mueblería ubicada en el Condado Concepción, Guatemala, en plena emergencia por la pandemia del Covid-19.
Durante la fiesta, los jóvenes hicieron varios videos que compartieron en redes sociales y que luego se viralizaron rápidamente y generaron una ola de indignación.
Supuestamente los organizadores prohibieron el ingreso de celulares para proteger las identidades de los “invitados”. Sin embargo, los videos circularon en redes sociales.
Además, compartieron imágenes de los chats que los organizadores les enviaron a los participantes de la fiesta y en los cuales se establecen las reglas para ser parte de la misma.
El diputado de la bancada Semilla, Samuel Pérez, pidió en su cuenta de Twitter al Ministerio Público una investigación de oficio por este tema.