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El expresidente de los Estados Unidos, George W. Bush, oriundo del estado de Texas, acudió a los funerales de cinco policías asesinados recientemente por un francotirador, lo cual ha provocado congoja en dicha ciudad y en toda la nación.
El exmandatario, acompañado de su esposa Laura y el matrimonio de Michelle y Barack Obama, se tomaron de las manos durante el solemne acto. No obstante, Bush rompió la solemnidad, cuando empezó a bailar y a cantar a gran voz los cantos fúnebres.
El gesto del polémico expresidente provocó la risa de la familia Obama. El gesto fue captado en televisión y le ha dado la vuelta al mundo, causando una ola de indignación en redes sociales.