El paso de una rata interrumpió una rutinaria sesión de diputados. Mientras se discutía una moción, una de las legisladoras se percató de la presencia del roedor y no pudo mantener la compostura.
Luego de la reacción, otros diputados saltaron de sus escaños de la impresión. Algunos querían abandonar la sala de sesiones, mientras que otros intentaron no mostrar sorpresa.
Al final, uno de los miembros de la Junta Directiva tuvo que sacar al animal, sin la necesidad de llamados de atención hacia sus colegas. De manera anecdótica, hubo debates sobre el tamaño de la rata.
El curioso hecho ocurrió en una sesión del Parlamento Autonómico de Andalucía, España, donde ya había ocurrido con anterioridad una interrupción de sesión, a raíz de un ataque de risa de un diputado.