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Un comando de sicarios, aparentemente relacionados con el narcotráfico, mató a cinco personas e hirieron a tres más en un negocio de electrónica.
Los asesinos llegaron en una camioneta blanca y en un vehículo sedán y comenzaron a disparar a quemarropa a las víctimas.
Después huyeron en diferentes rutas.
Uno de los vehículos ocupados en el atentado fue encontrado abandonado a unos kilómetros de distancia de la escena del crimen.
En la escena fueron encontrados entre 42 a 45 casquillos de bala.
Ocurrió en Nuevo León, México.
Unos días antes del ataque, fue capturado Evaristo N., alias El Vaquero, cabecilla del Cártel del Golfo.