Las estadounidense Abbey D’Agostino y neozelandesa Nikki Hamblin se prepararon para iniciar la carrera por los 5,000 metros en los Juegos Olímpicos, pero protagonizaron el acto más conmovedor de los Juegos Olímpicos.
Hamblin perdió el equilibrio y calló en la pista, mientras D´Agostino trató de esquivarla, pero en el intento sufrió una lesión en su rodilla.
La estadounidense con mucha dificultad logró ponerse de pie, pero no pudo continuar con la carrera, es ahí cuando Hamblin detiene su marcha y ayuda a su compañera a llegar a la meta.
Ambas mujeres llegaron junta al punto de llegada y aunque fueron las últimas de la competencia, los jueces valoraron el acto de solidaridad y les permitirán seguir en la competencia y buscar una de las medallas de oro, plata o bronce.
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