«Deseamos transmitir la invitación del presidente Nicolás Maduro a su santidad, el papa Francisco, con el propósito de que participe en los procesos de diálogo entre representantes del gobierno y la oposición venezolana a través de la designación de su persona como testigo de buena fe», señala una misiva enviada a Parolin por el canciller Elías Jaua.
La invitación se da a conocer horas después de que en un inédito encuentro entre Maduro y la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) se acordara el próximo inicio de un diálogo para poner fin a dos meses de protestas que han dejado 39 muertos y unos 600 heridos.
En su misiva, Jaua solicita a Parolin «acompañar el amplio diálogo que actualmente se desarrolla en Venezuela», promovido por la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que también acompañará las negociaciones.
Entre las condiciones para el diálogo tanto gobierno como oposición acordaron la presencia de testigos de buena fe, entre ellos el secretario de Estado vaticano, al considerar que por haber sido nuncio apostólico en Venezuela conoce a fondo la situación política del país.
Las protestas opositoras en Venezuela fueron iniciadas el 4 de febrero por estudiantes de la ciudad de San Cristóbal, en el estado de Táchira, en contra de la inseguridad y se han multiplicado por todo el país sumando reclamos contra la crisis económica, la represión policial y la detención de dirigentes políticos.