Más de un centenar de pasajeros y tripulantes de un avión sobrevivieron este martes al accidente ocurrido al despegar del aeropuerto de Durango, en el norte de México, aunque 98 resultaron con lesiones y 49 de ellos reciben atención hospitalaria.
El accidente del vuelo 2431 de la compañía Aeroméxico ocurrió a las 16.00 horas poco después de despegar en medio de una fuerte tormenta, al caer en el límite exterior del Aeropuerto Internacional Guadalupe Victoria de Durango.
El secretario de Comunicaciones y Transportes de México, Gerardo Ruiz Esparza, señaló en su cuenta de Twitter que «ya se localizaron las 103 personas que viajaban en el vuelo AM2431 con destino a la Ciudad de México, sin que se reporte ningún fallecimiento».
Ruiz Esparza confirmó que el aeropuerto de Durango reanudó sus operaciones tras haberlas suspendido a causa del percance.
Personal de la Policía Federal y del Ejercito establecieron un perímetro alrededor del lugar del accidente, a donde llegó una treintena de ambulancias de diversas instituciones de salud del estado.
El gobernador de Durango, José Rosas Aispuro, informó a la prensa mexicana que 49 de los 98 ocupantes que fueron hospitalizados siguen bajo atención médica, entre ellos del piloto y el copiloto, cuyos nombres no han sido revelados y quienes están en condición crítica.
La empresa Grupo Aeroportuario Centro Norte, que opera la terminal aérea de Durango, anticipó que «según versiones preliminares» el accidente pudo haber sido ocasionado por «condiciones climáticas adversas» que prevalecían en la zona.
Testimonios recogidos entre los supervivientes inmediatamente después del accidente confirman que la mayoría logró salir por su propio pie del avión, una nave Embraer 190, antes de que la nave se incendiara.
«El avión no alcanzó a despegar, lo agarró una corriente muy fuerte», declaró a la televisión mexicana un pasajero de unos 60 años que viajaba en primera clase y quien fue de los primeros en salir.
Una pasajera que viajaba con su hija dijo que llovía muy fuerte cuando el avión aceleró en la pista y que cuando logró elevarse, enseguida se sintió una fuerte sacudida.
«El avión se cayó y empezamos a golpearnos (…) se deslizó un largo tramo, cuando se detuvo me di cuenta que las maletas se cayeron y el pasillo estaba bloqueado. El incendio empezó pronto, le quité a mi hija el cinturón y salimos por un hueco», manifestó.
Aeroméxico lamentó el accidente y confirmó que ya se trabaja con las autoridades para garantizar la atención médica de los lesionados, además de abrir una línea de atención telefónica.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reveló que ya se ha integrado una Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes de Aviación con representantes de Aviación Civil, de los colegios profesionales de la industria y representantes del fabricante brasileño Embraer.
En un comunicado, la institución indicó que sobre el accidente «será necesario esperar la investigación final» porque la prioridad del momento es atender a los pasajeros que han sido afectados «en todo lo que sea necesario».
El avión «transportaba 99 pasajeros, entre ellos dos menores de edad, y cuatro integrantes de la tripulación», precisó la SCT.
A su vez, Embraer ofreció al Gobierno de México su colaboración para indagar las razones del accidente, que cubría la ruta de Durango a Ciudad de México.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien oficialmente se encuentra de vacaciones, informó en Twitter que ordenó a las secretarias de la Defensa Nacional, de Gobernación y de Comunicaciones y Transportes que colaboren en la atención del percance.
«Hago votos para que la tripulación y la totalidad de pasajeros se encuentren bien», sostuvo el mandatario.